La pasada semana Qualcomm presentó los procesadores Snapdragon 835 y anunció que los fabricantes tendrán la opción de adquirir con ellos el sistema de Carga Rápida o Quick Charge 4.0. Al hilo de ello, Google publicó un documento en el que aconsejaba a sus socios no implementar este sistema, de nuevo, por cuestiones relativas a la fragmentación y la interoperatividad que tan de cabeza trae a los ingenieros de Mountain View.
No es un tema nuevo y parece que tampoco podremos dejar de hablar de él en un futuro próximo. Básicamente, lo que hay en juego es una pugna por fijar los estándares dentro del sistema Android; y Qualcomm parece decidido a convertirse en referencia absoluta dentro de la plataforma. Mientras en Google tienen claro que dentro de poco el Micro USB será cosa del pasado y el Tipo C deberá formar parte de todos los terminales, los de Mountain View esperan que las marcas se adapten a las especificaciones del USB Power Delivery, un sistema no tan veloz como la carga rápida, pero sí más seguro.
Por qué es más seguro un terminal sin Carga Rápida 4.0
No es cuestión en sí del terminal en concreto, sino del ecosistema que trata de construirse. Por ejemplo, si yo compro un terminal de LG con procesador Snapdragon 835 y Quick Charge 4.0, podré usarlo con su cargador y disfrutar de las ventajas del sistema implementado por Qualcomm sin ningún problema. ¿Dónde puede aparecer una circunstancia complicada? Pues por ejemplo, en el caso de que un amigo venga a casa con un OnePlus (que utiliza Dash Charge) o un terminal con procesador de MediaTek (que cuenta también con su tecnología propia), tenga poca batería y utilice mi cargador.
Todo el alboroto causado con el Galaxy Note 7 y con el iPhone 7 (debido este último al uso de cargadores «pirata») pone en evidencia que las baterías de litio no son juguetes y hay que andarse con mucho cuidado o, de lo contrario, podemos hacer un buen estropicio, y lo que es peor crearnos lesiones importantes a nosotros o a terceros. Si existe un estándar de carga que funcione con todos los dispositivos igual, independientemente del fabricante, nos ahorramos muchos problemas, aunque la batería se cargue en una hora y media en lugar de una hora.
Por ahora, Google sólo avisa
Dado que Google es el máximo responsable de Android, tiene el poder para conceder licencias sólo a los terminales que se adapten a las especificaciones comunes, sin embargo, los de Mountain View, por una cuestión de equilibrio de fuerzas, no está en situación de imponerlo, puesto que firmas como Samsung, Huawei, Sony, LG, Xiaomi, HTC o la propia Qualcomm son una parte tan importante o más de la plataforma, y están utilizando el sistema de carga rápida dado que los usuarios lo demandan.
De hecho, si se ha de elegir un estándar, el sistema Dash Charge de OnePlus es más rápido y calienta menos el terminal, por lo cual resulta más eficiente, pero es lógico que a los fabricantes le salga a mejor cuenta reforzar la relación con Qualcomm antes que comprar la tecnología a un tercero, en caso de que OnePlus se decidiese a venderla. En fin, que el tema es complejo y traerá cola.
Fuente: wonderhowto.com