La fragmentación en Android sigue siendo un problema de difícil solución especialmente para Google. Los usuarios tenemos que estar finos al elegir un modelo, asegurándonos que cuenta con una versión moderna del software y que el fabricante será fiel con las actualizaciones. Los de Mountain View preparan un plan para forzar a los fabricantes a usar versiones nuevas de Android en sus nuevos dispositivos.
Android Police ha tenido acceso a un memorándum de la compañía donde se dan algunas pinceladas de cómo se llegará a este objetivo. La idea es sencilla y viene en forma de coerción. Los dispositivos no podrán certificarse con Google Mobile Services si no usan alguna de las dos últimas versiones de Android publicadas. Esto quiere decir, que si quieren tener las Google Apps instaladas tendrán que utilizar software medianamente moderno.
Se darán ventanas de tiempo a cada nueva versión que durarán aproximadamente 9 meses después de la presentación. La ventana para conseguir certificación con Android 4.2 acaba el 24 de abril y para la aprobación con Android 4.3, el 31 de julio. Entendemos por lo tanto que para esa fecha tendremos ya una nueva versión superior a 4.4 KitKat, pero ese es otro asunto.
Google suele hacer dos presentaciones de nuevas versiones de su OS al año. Si entraran en esta dinámica tendrían que hacer una cada 9 meses para que tuviera sentido.
Gingerbread y Ice Cream Sandwich tienen que desaparecer
Lo cierto es que la medida no afectará demasiado a los consumidores que suelen elegir equipos de gama media y alta, dado que ya suelen cumplir estas condiciones. Donde sí que afectará será en los mercados emergentes, donde algunos fabricantes siguen lanzando dispositivos con Gingerbread y Ice Cream Sandwich. La idea es que estas versiones del OS desaparezcan cuanto antes, aunque seguirán dando soporte a las compilaciones ya aprobadas para actualizaciones con parches de seguridad y similares.
Sin embargo, Google no obligará a los fabricantes a actualizar, por lo que esta medida tiene un alcance limitado. A esto se suma que un fabricante puede tardar más de lo previsto en sacar a la venta un dispositivo ya certificado, por lo que podríamos ver estrenos con versiones tres pasos atrás de la más actual.
Fuente: Android Police