Así el gigante de Internet propone a aquellos que vayan a hacer nuevas aplicaciones o a renovar alguna ya existente unas cuantas normas a tener en cuenta.
Casi todas tienen que ver con la adaptación del diseño a pantallas más grande teniendo en cuenta una diferente distribución de espacios, adecuando la fuente, el tamaño de los textos y los botones y enlaces táctiles, etc… También habla de entender el hardware de las tabletas y sus diferencias con el de los smartphones y así, adaptar las funciones y elementos, como los widgets, a estos dispositivos.
Una de las partes más destacables de estas pautas es el hincapié que hace Google en que los desarrolladores hagan saber tanto a ellos como a los usuarios el tamaño y resolución de pantalla para el que la aplicación está optimizada. Es decir, deben notificar que la aplicación está optimizada para tablets, eso sí, tras haberla testeado en varios dispositivos y preferiblemente de distinto formato, por ejemplo 7 pulgadas y 10 pulgadas.
A su vez, destacan unas buenas prácticas de publicación de las aplicaciones en las que en la descripción se debe hacer saber al consumidor que está ante una aplicación optimizada para tablets y se le debe ofrecer al menos una imagen que así lo demuestre.
Google prefiere que las APK de las aplicaciones sean únicas, es decir, que no se dupliquen para smartphones y tablets, para no multiplicar innecesariamente el número de títulos y para que estos sean más fáciles de encontrar.
Lo que no sabemos, ni podemos extraer por el texto de esta Guía de Calidad de Aplicaciones para Tablets, es si en su catálogo de Google Play harán una categorización por tipo de dispositivo, utilizando los datos que los desarrolladores le proporcionarán si siguen las pautas, similar al de la App Store o si simplemente tendremos que entrar en la descripción para enterarnos. De cualquier forma, estamos ante un primer gran paso, mientras tanto puedes utilizar Tablified Market para detectar algunas.
Fuente: TechCrunch
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