Facebook generó muchísima atención con su llamada a la prensa hace un par de días, en lo que todo el mundo interpretaba sería la presentación de un smartphone propio. También se valoraba la opción de que sacaran un sistema operativo para móviles propio o incluso como sugeríamos en esta web que se mejorara la aplicación para dispositivos móviles Android y iOS. Al final no hubo nada de esto y se nos presenta un servicio de búsqueda interno que tendrá una utilidad limitada y meramente adscrita a la propia red social. Claramente, Graph Search de Facebook ha sido una decepción.
Para más INRI, aunque los europeos ya debemos estar acostumbrados el servicio solo se prestará de momento en inglés de Estados Unidos. De momento se encuentra en fase Beta y hay que pedir invitación para probarlo, pero esto sólo ocurre en la web de Facebook, es decir no transcenderá a las aplicaciones móviles hasta que todo esté mejor asentado.
Sobre todo en el apartado de aplicaciones para móviles o tabletas se esperaba bastante más, como la optimización para iPad de la nueva aplicación Facebook Messenger o la llegada a la misma de las llamadas VoIP en las que decían estar trabajando. Simplemente también valdría con que hicieran que su aplicación funcione con más fiabilidad en Android.
El sol no parece brillar demasiado en la que era y sigue siendo, no sabemos por cuánto, la gran red social. La nefasta gestión que se ha hecho con Instagram está pasando una factura terrible y ya hay medios que indican que la caída de usuarios es irrecuperable y se dice que ha perdido la mitad de sus usuarios activos en un mes.
A todo esto hay que sumarle la marcha terriblemente saludable de Twitter que sigue cumpliendo con su misión principal y adquiere nuevas habilidades que en ningún caso distraen de su atractivo: la comunicación rápida y la discusión de temas candentes.
Como el otro día indicábamos al dar difusión al anuncio que había hecho Facebook, este 2012 es un año raro para la compañía en el que se ha pasado de la expectación total con la salida a bolsa a la sensación de que una era está acabando.