Una de las mayores dificultades que se encontró inicialmente Microsoft para hacer crecer su cuota de mercado en el sector de las tablets fueron los altos precios que las tablets con su sistema operativo alcanzaban en un momento en el que, a causa de la dura competencia en Android, la tendencia era justamente la opuesta. Con la llegada de las tablets compactas, no obstante, los de Redmond consiguieron empezar a ofrecer a los usuarios dispositivos prácticamente igual de asequibles que sus competidores y fue precisamente Acer el fabricante que lanzó la primera de estas tablets, cuya última generación llega ahora a las tiendas para seguir ofreciendo la posibilidad de trabajar con la versión completa de Windows con una estupenda relación calidad/precio.
La experiencia Windows a un precio envidiable
Sin duda es la relación calidad/precio lo que más hay que destacar de esta tableta que se puede comprar por menos de 150 euros (aunque est es algo que siempre variará un poco de un distribuidor a otro, lógicamente), y que nos permite disfrutar de una versión completa de Windows, con la suscripción a Office 365 por un año incluida. No es el software el único punto a su favor, en cualquier caso: su calidad de imagen y sonido es bastante aceptable, es relativamente fluida, su diseño está cuidado y su construcción es razonablemente sólida, dejando buenas impresiones en cuanto a resistencia. Hay que destacar, además, que para tratarse de una tablet Windows su autonomía es mayor de lo que habría cabido esperar y no muy distinta de la que encontraríamos normalmente en una tablet Android en su rango de precios.
Lo peor, el no contar con Windows 10
Si hay algo que no nos ha dejado buen sabor de boca es sin duda el hecho de no haberla podido utilizar con Windows 10 incluso a pesar de que saltaba el mensaje de que la actualización está disponible, sencillamente, porque esta nueva versión, que está pensada para ofrecer una mejor experiencia en todo tipo de dispositivos, podría haber hecho bastante por aliviar el que es el mayor problema de esta tablet: la dificultad que supone utilizar el sistema operativo de Microsoft en ocasiones en una pantalla de este tamaño. El dispositivo, por supuesto, tiene algunos defectos más, como ciertos lags ocasionales y más reflejos de los deseables en la pantalla, pero nada en realidad que no sea relativamente habitual (y casi inevitable) en una tablet de su precio.
Si deseáis conocerla mejor, os invitamos a continuar leyendo nuestro análisis a fondo de la Iconia Tab 8 W.