¿Qué iPad comprar o regalar? Así ha quedado el catálogo de tablets de Apple

Como ya os contamos el pasado lunes por la tarde, apenas unos meses después del debut del iPad Pro, Apple ha añadido una nueva tablet a su catálogo y, tal y como apuntaban los rumores, no ha sido un iPad Air 3 sino un nuevo modelo con el que ampliar la gama que precisamente acaba de inaugurar: el iPad Pro 9.7. La llegada de esta nueva tablet, no obstante, no ha sido la única novedad que han introducido en el catálogo sino que, como es costumbre, la ha acompañado la desaparición de un modelo más antiguo (el primer iPad Air) y la bajada de precio de otro (el iPad Air 2). Con todos estos cambios, ¿cómo ha quedado el catálogo de la compañía de la manzana y cuál de todos los iPad es el que os puede interesar a vosotros? Vamos a intentar ayudaros a decidirlo.

iPad Pro 12.9

Comenzamos con la joya de la corona: el primer iPad Pro, el de 12.9 pulgadas. La gama iPad Pro es ahora el tope de gama de la familia iPad y este modelo es el que ocupa la cúspide, y no sólo por tamaño y por precio sino también por especificaciones técnicas, sobre todo en el apartado de rendimiento, gracias a su A9X de 2,26 GHz y a sus 4 GB de memoria RAM. Es bien sabido que esta tablet es la respuesta de Cupertino a la gama Surface de Microsoft y, si bien las reticencias a compararla con la Surface Pro 4 son inevitables, de lo que no hay duda es de que es lo más parecido a ella que nos ofrece la compañía de la manzana.

La pega, por supuesto, es el precio: el modelo más asequible, con 32 GB, nos cuesta nada menos que 899 euros y corremos aún el riesgo de quedarnos cortos de espacio de almacenamiento según el uso que le demos, pero dar el salto a los 128 GB supone ponerse ya en los 1079 euros. Hay que tener en cuenta, además, que una tablet de este tamaño tiene sentido sobre todo si la vamos a usar apoyada en una mesa con frecuencia, lo cual en la mayoría de los casos significará que la usamos para escribir y, por tanto, el teclado es un accesorio prácticamente imprescindible. El smart keyboard de Apple es, por supuesto, la opción ideal, pero supone añadir otros 179 euros, haciendo un total (incluso sin el Apple Pencil, del que podemos prescindir sin muchos problemas si no nos dedicamos al diseño) de 1079 euros como mínimo.

iPad Pro 9.7

¿Debemos decantarnos por el iPad Pro 9.7 en caso de que el presupuesto no nos alcance para el modelo de 12.9 pulgadas? Por supuesto, la diferencia de precio es sustancial y hay que tenerla en cuenta (899 euros frente a 679 euros, es decir, 220 euros), pero hay que tener en cuenta que no sólo es más barato sino que tiene algunas virtudes propias: su pantalla tiene una densidad de píxeles idéntica al otro, pero nos deja mejoras importantes en niveles de reflejos y brillo, por un lado, y por otra, sus cámaras son más potentes, tanto la principal (12 MP frente a 8 MP) como la frontal (5 MP frente a 1,2 MP). Eso sin tener en cuenta que el hecho de que al ser una tablet más pequeña es también mucho más ligera  (437 gramos frente a 713 gramos). En el lado de los contras, a pesar de montar el mismo procesador, es algo menos potente y también tiene menos memoria RAM, aunque su rendimiento aún es espectacular para una tablet de su tamaño.

Como podéis comprobar, el atractivo del iPad Pro 9.7 es funcionar mucho mejor como una tablet convencional que el iPad Pro 12.9, con especial énfasis en la movilidad: como es más pequeña y peso menos, nos la podemos llevar a cualquier parte con mucha más comodidad, y los mejores niveles de reflejos y de brillos harán que se adapte mejor al uso en exteriores, al igual que sus estupendas cámaras probablemente nos serán de mucha más utilidad si la sacamos de casa con cierta frecuencia. El hecho de que pese menos, de todos modos, no sólo hace que sea más fácil de transportar, sino que hará mucho más llevadero el sostenerla en nuestras manos durante largos períodos de tiempo y, por tanto, invita más al uso de la pantalla táctil (además de que hace el uso de un teclado, que cuesta sólo 10 euros menos que el grande, mucho menos necesario).

iPad Air 2

El iPad Air 2 no ha desaparecido del catálogo de Apple con la llegada del iPad Pro 9.7, pero sí que ha experimentado una bajada sustancial de precio, lo que hace que merezca la pena, y mucho, tenerla en cuenta como una alternativa al nuevo modelo si tenemos un presupuesto más limitado o si el destinatario de la tablet no es un usuario demasiado intensivo: el modelo con 16 GB de capacidad de almacenamiento nos cuesta ahora 429 euros, lo que supone una diferencia de nada más y nada menos que 250 euros con respecto al nuevo modelo (para hacernos una idea, es casi el precio del iPad mini 2).

¿A qué renunciamos si nos decantamos por el iPad Air 2 en lugar del iPad Pro 9.7? La principal diferencia la vamos a encontrar en el apartado de rendimiento y específicamente en el procesador: incluso a pesar de estar ajustado a una frecuencia inferior en este modelo que en el de 12.9 pulgadas, el A9X aún es muy superior al A8X. Hay que decir no obstante, que el que el A8X sea inferior no quiere decir en absoluto que sea deficiente, sino que al contrario, se trata de un chip que ha dado muy buenos resultados. Aquí tenemos sólo dos altavoces (en lugar de cuatro) y las cámaras están un paso por detrás también, pero para la mayoría de los usuarios no debería ser una diferencia relevante, y en lo demás hay muy pocos cambios: los dos cuentan con 2 GB de memoria RAM, los dos tienen la misma resolución (2048 x 1536), los dos disponen de Touch ID y los dos pesan y miden lo mismo.

iPad mini 4

La diferencia de precio entre el iPad mini 4 y el iPad Air 2 en lo que respecta al precio, es bastante pequeña, con el modelo de 7.9 pulgadas vendiéndose por 379 euros, justo 50 euros menos que el de 9.7 pulgadas. Esto hace que realmente no merezca la pena demasiado decantarse por él sólo con el objetivo de ahorrar, y que sea más interesante centrarse únicamente en lo que nos ofrece cada uno de ellos. Curiosamente, por lo que respecta a especificaciones técnicas, es prácticamente lo mismo, con la única salvedad del procesador, que en el modelo de mayor tamaño es un A8X y en el más pequeño un A8, algo menos potente.

Teniendo esto en cuenta, queda claro a la hora de elegir entre el iPad mini 4 y el iPad Air 2, debemos hacerlo pensando principalmente en el tamaño, ya que la primera no es una tablet realmente inferior a la segunda, y tampoco es mucho más barata: sólo es más pequeña. Se trata, por tanto, de apostar por disfrutar de un par de pulgadas más cuando naveguemos, juguemos o veamos una película o por hacernos con un dispositivo más compacto y, lo que es más importante, más ligero (299 gramos frente a 437 gramos).

iPad mini 2

Con el iPad mini 2, en cambio, sí que nos encontramos ya con una diferencia de precio sustancial, ya que lo podemos conseguir a partir de 289 euros: si queremos hacernos con un iPad barato y no estamos dispuestos a considerar los iPad restaurados (iPads que han sido devueltos con algún defecto y se vuelven a vender reparados y con todas las garantías), este modelo es sin duda nuestra mejor opción. Si unimos su precio a su tamaño, tenemos en conjunto la que probablemente sea la mejor opción para un niño (especialmente a falta de un iPad más antiguo que pueda heredar).

Ahora bien, si podríamos considerar hacer una inversión un poco mayor para comprar el iPad mini 4, pero sólo en el supuesto de que merezca la pena, tenemos que valorar la importancia que tienen para nosotros las mejoras que trae este último modelo, y que incluyen el Touch ID, un procesador más potente, el doble de memoria RAM y una mejor cámara principal (5 MP frente a 8 MP), además de ser más fino (7,5 mm frente a 6,1 mm) y un poco más ligero (331 gramos frente a 299 gramos). La diferencia de grosor y de peso quizá no sean muy relevantes y para la mayoría el tener una mejor cámara tampoco supondrá demasiada diferencia, por lo que hay que pensar sobre todo cuánto necesitamos o deseamos contar con la protección extra que supone el lector de huellas digitales y valorar el tipo de uso que haremos de la tablet, y más específicamente de juegos y aplicaciones “pesadas”.