Las dudas iniciales respecto al éxito de la tableta de 7,85 pulgadas de Cupertino se disuelven en los datos aplastantes que nos están llegando. Tras vender una cantidad aproximada de entre 6 y 8 millones de unidades a nivel mundial, Apple ha pedido 2 millones más de unidades de iPad mini sin haber acabado el año. Con esto cubre las expectativas marcadas e incluso las supera.
Cuando la tableta pequeña de los de la manzana salió el pasado 23 de octubre, las previsiones de venta hasta finalizar 2012 llegaban a los 10 millones de unidades. Luego, debido a los problemas en la cadena de producción y el ritmo con el que estaban llegando a los consumidores, la cifra se tuvo que rebajar a entre 6 y 8 millones y ese objetivo ya se ha cumplido antes de que acabe el año.
Los datos sorprenden por el primer momento de frialdad y crítica que su lanzamiento trajo en el público. El nuevo modelo en realidad no aportaba nada original en cuanto a especificaciones y su pantalla no Retina decepcionó y más si lo comparamos con su precio superior al de las de la misma gama en Android como Nexus 7 y Kindle Fire HD. Phil Schiller tuvo incluso que salir a explicarlo.
El tiempo ha demostrado que los compradores se han ido convenciendo progresivamente de las bondades del producto y lo han cargado en sus cestas. Las previsiones son muy positivas, de ahí el gesto de Apple, e indican que en el año 2013 se podría vender la mareante cifra de 50 millones de iPad mini, que serían la mitad de los iPad que venderían los de Cupertino en todo el año. Esta previsión situa a la pequeña tableta como un elemento vital en sus ventas futuras y es que ya os contamos hace poco que estaba teniendo más éxito en tiendas que la cuarta generación de la de gran formato.