La pasada semana nos hicimos eco de la noticia que estaba recorriendo los medios especializados sobre un problema con diferentes unidades de la Galaxy Tab S 8.4. En un principio, se alegó que el escaso grosor del dispositivo hacía que la cubierta trasera se calentara en exceso y sufriera deformaciones, sin embargo, Samsung ha explicado que es algo puntual en algunas unidades y nos explica cómo proceder en caso de vernos afectados.
Las Galaxy Tab S llegaban hace pocos días al mercado con una propuesta muy atractiva basada en la pantalla Super AMOLED (muchos habréis visto ya los anuncios), un escáner de huellas dactilares y un estilizado diseño acabado en un perfil de tan sólo 6,6 milímetros. Un groso tan nimio, sin embargo, puede conllevar algún tipo de problema estructural si no se trabaja al máximo, y en este caso concreto llegó a pensarse que así era.
Samsung aclara la situación
Según ha confirmado la firma coreana el abombamiento de las Galaxy Tab S que sufrían varias unidades del modelo de 8,4 pulgadas no se debe al grosor del dispositivo ni a empleo de los materiales plásticos o a un excesivo calentamiento. Tampoco es algo generalizado.
Este desperfecto se origina sólo en una partida de unidades con la pieza trasera defectuosa por lo que, en principio, se trataría de casos aislados. Samsung recomienda ponerse en contacto con su servicio técnico oficial en el mismo momento en el notemos algo extraño para proceder, suponemos, al reemplazo del equipo.
El diseño, llevado a los límites de la física
Si hacemos caso de la versión oficial de la compañía coreana, en este caso se trataría de algo limitado a una serie concreta de ejemplares, sin embargo, no es inusual encontrarnos con dispositivos cuyo diseño, llevado al límite, acaba originando algún tipo de desperfecto. Sony o Apple, otras dos firmas de élite, tampoco se libran de este tipo de contingencias.
De cualquier forma, lo importante es que la compañía reaccione resolviendo el problema y causando el menor perjuicio posible al usuario.