La tecnología a la que nos referimos fusiona los paneles OLED, que ya utilizan en sus dispositivos móviles y televisiones, con estructuras plásticas, dejando de lado el cristal, para conseguir pantallas más ligeras, que consuman menos y lo más importante que son mucho más difíciles de romper. El panel OLED ya es flexible lo que uno que necesita es apoyarse en un material resistente y flexible también, en este caso plástico.
La única declaración oficial que nos da una idea del punto de desarrollo de esta tecnología la dio el vicepresidente de la compañía, Lee Chang Hoon, que dijo que ya estaban testeando con clientes para ver cómo funcionaba y recibir feedback.
El inicio de producción en masa no significará la llegada simultánea de dispositivos al mercado, pero sería un signo de su próxima avenida.
Otras compañías como Sony llevan muchos años investigando las pantallas flexibles y todavía no han llegado a resultados comercializables. Este sector de las pantallas sin embargo nos da muestras de evoluciones sensibles que los consumidores ya están en disposición de disfrutar. Una de ellas es la pantalla con el panel táctil incrustado que LG produce para el iPhone 5 que reduce grosor, consumo y mejora la sensación táctil. También Japan Display sacó hace poco un tipo de pantalla LCD que tiene sólo 1 mm de grosor y que tiene aspecto de papel y que consume un 40% menos que las pantallas del mercado actual. Curiosamente Japan Display es una corporación donde muchos fabricantes de tabletas participan, entre ellos Sony, Hitachi y Toshiba. Sharp, por su lado, saco hace poco los dos primeros dispositivos móviles con pantallas de alta definición IGZO, la llamada gama AQUOS.
Fuente: The Wall Street Journal
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