Diseño y dimensiones
Este es el apartado que más atención se merece al comparar estos dos dispositivos, y no sólo por la pantalla curva y la carcasa auto-reparadora del LG G Flex 2 (pero, cuidado, sólo desaparecen los arañazos más superficiales), sino también por el cuidado diseño que se puede apreciar en el LG G3. No cabe duda de que nos encontramos aquí con dos dispositivos sobresalientes, incluso si es el nuevo phablet el que inevitablemente llama más la atención, incluso dejando valoraciones estéticas al margen, tanto porque debería llevar cierta ventaja cuando menos en cuanto a resistencia como porque muchos considerar que su curvatura lo hace más ergonómico.
Entre otros méritos hay que reconocerle al LG G3, en cualquier caso, el de contar con una relación pantalla/tamaño realmente espectacular que, como siempre destacamos, hace que podamos disfrutar de una pantalla de 5.5 pulgadas en un dispositivo de un tamaño similar al de cualquier otro buque insignia (que normalmente se mueven en torno a las 5 pulgadas). El LG G Flex 2, en cualquier caso, no le queda muy a la zaga, y sus dimensiones son apenas un poco mayores, como podéis comprobar.
Pantalla y cámara
A pesar del protagonismo del apartado de diseño, la comparación de ambas pantallas es casi igual de interesante: en ambos casos tenemos una pantalla de 5.5 pulgadas, aunque la balanza se inclina claramente del lado del LG G3 en lo que se refiere a la resolución (Quad HD vs Full HD). La pantalla curva del LG G Flex 2, no obstante, tiene sus propias virtudes, precisamente gracias a esa curvatura que debería generar una experiencia más inmersiva para la reproducción de vídeo.
En el apartado de cámaras, no obstante, nos deberíamos encontrar con un empate absoluto, ya que prácticamente se podría decir que nos encontramos con la misma cámara en ambos dispositivos (13 MP, autoenfoque láser, estabilizador óptico de imagen, flash LED dual), a pesar de lo cual, hay diferencias claras entre las fotografías hechas con uno y otro dispositivo. Tenéis una muestra, de todas las maneras, a partir del minuto 7:25, apróximadamente, para que podáis juzgarlo por vosotros mismos.
Fluidez e interfaz
La ventaja más clara del LG G Flex 2 respecto al LG G3 se encuentra probablemente en el apartado de rendimiento, ya que la menor resolución de su pantalla juega a su favor en este sentido, y además monta un procesador de última generación, el Snapdragon 810 (aunque su frecuencia es en realidad menor que la del Snapdragon 801 del LG G3). En general, y aunque la superioridad de nuevo phablet es perceptible, no hay, sin embargo, diferencias dramáticas entre ambos para las tareas cotidianas.
Por lo que respecta a la interfaz, al estar comparando dos dispositivos del mismo fabricante deberíamos considerar este apartado de la competición prácticamente nulo, sobre todo porque, aunque el LG G Flex 2 puede presumir de llegar ya con Android Lollipop, la actualización para el LG G3 está también en marcha desde hace bastante tiempo. La unidad que vemos en el vídeo, no obstante, sigue corriendo Android KitKat, lo que nos da la oportunidad para echar un vistazo a los cambios que habrá entre una y otra, si bien es cierto que tampoco serán demasiados.
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