Las peleas de Microsoft y Google han acabado finalmente afectando a los usuarios. Desde la última actualización de las aplicaciones propias de Windows 8 la sincronización con el servicio de calendarios de los de Mountain está inhabilitada. Incluso aquellos clientes que pagan por Calendar para sus negocios, instituciones educativas o gubernamentales no podrán acceder a la información allí guardada.
El proceso de modernización de la interfaz de usuario de las aplicaciones de Windows 8 y RT, entre ellas Calendar fue el reactivo para que la situación se evidenciara. Sin embargo, la decisión de no utilizar el protocolo necesario para que la sincronización se dé es de Google.
En diciembre de 2012 decidieron dejar de dar soporte a Microsoft Exchange ActiveSync (EAS) a partir de enero de 2013. Los de Redmond dijeron que sólo afectaría a los nuevos clientes y que si ya tenías conectadas tus cuentas de servicios de Google a sus apps todo seguiría funcionando en Mail, Calendars y People, que todo seguiría igual sin que tú tocaras nada.
Esta afirmación se basaba en un documento de Google que aseguraba que los nuevos usuarios y clientes a partir del 30 de enero de 2013 son los que se quedarían sin soporte pero que los antiguos usuarios y clientes podrían seguir sincronizando.
Microsoft ya ha confirmado que esto no es así y ha culpado a Google de lo ocurrido por dejar de lado EAS.
Más allá de este cruce de acusaciones, notas de prensa y demás, lo cierto es que Calendar no actualiza con Google Calendars para nadie.
Con la aplicación de correo es distinto. Una vez actualizas, los datos de la cuenta se pierden pero sólo tienes que volver a introducirlos y todo funcionará perfectamente.
Ahora Google utiliza para estos procedimientos de sincronización CalDAV, una extensión de calendario de WebDAV, que también iOS y OS X de Apple utilizan, dado que es compatible con sincronizar entre dispositivos y diferentes tipos de código. Los Calendarios de Windows 8 no soportan este protocolo al igual que Hotmail y Outlook.
De cualquier forma, en estas batallas sin dudad quien sale más afectado es el consumidor.
Fuente: Computer World