Las relaciones entre Samsung y Microsoft no han sido demasiado fructíferas, hasta el momento, en lo que al sector de los dispositivos móviles respecta; y es que la firma coreana está lejos de cosechar buenos resultados con la gama ATIV, a pesar de contar en su catálogo con productos de sobra interesantes. Sin embargo, a lo largo de las últimas semanas, están apareciendo indicios que vinculan comercialmente de nuevo a ambas compañías.
Como señalan en Internet (haciéndose eco de las informaciones vertidas por un bloguero bastante fiable), los de Redmond estarían en negociaciones con Samsung para conseguir que la exitosa firma coreana no abandonara del todo la plataforma Windows Phone. Microsoft sigue empeñada en hacer de su participación en el mercado de los dispositivos móviles una carrera de fondo y para ello necesita el apoyo de fabricantes de renombre.
¿Un phablet de Samsung con Windows Phone?
La semana pasada ya os hablamos de la existencia de un dispositivo de Samsung superior a las 5 pulgadas que contaría con Windows como sistema operativo. Dicho equipo estaba siendo testado en La India y su código es bastante similar al del Galaxy Note 3, a pesar de lo cual, las fuentes que dieron la noticia insisten en que sus dimensiones serían inferiores a las del phablet por excelencia, lo que nos hace pensar que, al igual que ocurrió con el ATIV S y el S III, éste nuevo equipo podría ser una réplica a nivel de hardware del Galaxy S4.
Microsoft continúa invirtiendo en Tablets y Smartphones
La división de Microsoft encargada de los dispositivos móviles, en este momento, es deficitaria. Sin embargo, parece que sus móviles y tablets empiezan a levantar cabeza y ganan atractivo de cara al público. Como os contamos hace no mucho, las Surface de esta generación están moviendo mucho más tráfico en la web que sus versiones previas y Windows Phone, concretamente en España, ha igualado al iPhone en cuota de mercado.
Debemos recordar, asimismo, que gran parte del negocio de Microsoft en este mercado se financia gracias al pago por patentes que Google y sus socios abonan cada año a los de Redmond.
El interés de los fabricantes por WP brilla por su ausencia.