El impacto ha sido notable y desde el primer momento se tuvo que reconocer que los resultados estaban siendo modestos, así lo hizo públicamente Steve Ballmer. También ha habido errores en la fabricación que han llevado a quejar por parte de los consumidores. Especialmente en lo referente a las fundas magnéticas teclado Touch Cover que parece que se rompen con mucha facilidad y sólo a base del uso normal.
Quizás la apuesta inicial fue demasiado arriesgada. Con una tableta con unas prestaciones de alta gama pero bastante normales, se fijó un precio que realmente no ayudó. Igualar el precio del iPad y dar una tableta con unas especificaciones iguales o inferiores es muy arriesgado. Sobre todo Microsoft perdió una oportunidad con la pantalla. La definición de la pantalla se ha convertido en uno de los aspectos que más valoran los consumidores, especialmente desde que Apple empezara a hablar de pantallas Retina, marcando un estándar basado en mayor medida en el marketing que en la ciencia. Los 1366 x 768 píxeles de la pantalla ClearType HD no han convencido a los consumidores más allá de las promesas de que era mejor que la Retina de iPad, algo que se demostró erróneo.
Las tabletas con sistema operativo Windows RT tampoco están obteniendo buenos resultados a pesar de contar con fabricantes como ASUS, Samsung y Dell que aportan confianza. Se rumorea internamente que Microsoft podría acelerar la salida de Surface Pro para intentar reconducir la situación y quizás con un replanteamiento en los precios.
De cualquier forma, España no ha podido contribuir a los números de la tableta al no estar a la venta. Aunque se nos dijo que en la segunda hornada sí estaríamos. De ser así, os informaremos al instante.
Fuente: Slashgear
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