Uno de los debates más interesantes dentro el segmento móvil en estos momentos tiene que ver con el tamaño de las pantallas de los aparatos que vamos a llevar encima en dos o tres años. En realidad es un tema que viene de largo, aunque un dispositivo como el Xiaomi Max, dada la gran repercusión del fabricante chino para marcar tendencia en su país de origen, puede al fin hacer de la phablet (o mini tablet) un dispositivo de masas.
Desde aquel anuncio en el que Apple nos explicaba (como si fuéramos un poco duros de entendederas) por qué una pantalla de 4 pulgadas tenía el tamaño óptimo, hasta hoy, las cosas han cambiado bastante. La propia firma de la manzana acaba de lanzar un smartphone de esas dimensiones casi como una rareza, y lo único que ha recibido a cambio ha sido una completa indiferencia por parte del consumidor, por mucho que haya rebajado los precios.
Lo que antes era considerado un phablet (5 pulgadas en 2012) ahora es el tamaño estándar mínimo, y se hace incluso pequeño para una buena porción de usuarios de gama alta que no miran por debajo de las 5,5’’.
Los precedentes: Sony, Huawei o Samsung estuvieron allí antes
No cabe duda de que las tres compañías citadas en la línea de arriba (Samsung, Sony y Huawei) son verdaderas máquinas de marcar tendencia. Todas ellas lo han intentado con un terminal superior a las 6 pulgadas anteriormente, sin embargo, su demanda fue algo marginal en relación a lo que podríamos considerar los buques insignia de cada una de ellas.
Cada tecnología tiene unos tiempo óptimos para su adopción y necesita que la sociedad, el mercado, los usuarios, o como quiera llamarse, esté maduro y crea que la novedad que se le ofrece le va a aportar algo beneficioso. El CEO de Xiaomi, a nuestro juicio, ha dado en el clavo en unas palabras recogidas por GizmoChina en las que dice a día de hoy “el teléfono no nos interesan demasiado (…) las pulgadas de su pantalla es el verdadero punto crítico (…) el 10 de mayo os contaremos los resultados de nuestro análisis al respecto”.
El triunfo de un formato sobre el otro al final parece que se decidirá en el equilibrio del volumen del dispositivo (tiene que transportarse con facilidad) que deseamos llevar encima y la amplitud de su pantalla, por eso un terminal plegable, tal y como Samsung parece estar adivinando, puede ser tan buena idea.
La mini tablet, en armonía con el futuro híbrido de la tableta
Las tabletas dejan de tener sentido cuando se parecen demasiado a los smartphones y viceversa. Al final, sólo vamos a añadir un formato a nuestra experiencia de usuario si genera cierta diferencia con lo que teníamos previamente.
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Por eso, las 7 pulgadas, desde su boom en 2012, parecen haber pasado a mejor vida y si hay algo que puede triunfar en ese tamaño ahora mismo, tal vez sea un smartphone-mini tablet. Las tabletas Android y el iPad están asomándose tímidamente por encima de la barrera de las 12 pulgadas, mientras que equipos con Windows 10, que ahora mismo, aunque marginales en ventas, son la referencia a unos años vista, están consiguiendo cosas importantes con líneas ligeras y paquetes de software capaces de aguantarlo todo.
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