Imaginamos que la mayoría de vosotros, si no estáis familiarizados, al menos si habréis visto o manipulado alguna vez Windows 8. La interfaz con la que se arrancaba era un mosaico de iconos con las aplicaciones y un atajo para ir al entorno clásico. Esta versión del SO de Microsoft puede haber sido fácilmente la más pobre en términos de usabilidad. Windows 10 da un giro importante en la organización aunque mantiene un modo tablet que a continuación analizamos.
La fiebre que aquel momento giraba en torno a los sistemas operativos móviles y la tardanza de Microsoft a la hora de reaccionar, más las malas decisiones en un principio, fruto del pánico, dieron lugar a una aberración llamada Windows 8. Es cierto que la versión actual genera disenso. A unos gusta y a otros no. Con su predecesora, por el contrario, casi todo el mundo estaba de acuerdo en que era horrorosa. Centrar la experiencia en un mosaico de iconos con aplicaciones cuando el catálogo de apps optimizadas para táctiles es tan pobre era el primer error de muchos. La mala integración de los dos entornos, no obstante, era tal vez lo que más daño hacía.
Cómo lidiar en táctiles con un SO completo
La dificultad de Windows en relación a iOS y Android es que el usuario está interactuando con un sistema que debe trabajar tanto con ratón y teclado como con los dedos, y eso genera un equilibrio difícil de alcanzar. Microsoft ha encontrado un posible remedio en el modo tablet. De hecho, una de las virtudes del sistema para formatos 2 en 1 es que reconoce si estamos utilizando teclado o no, y adapta la interfaz automáticamente.
Esta adaptación supone volver en parte al entorno Metro (o modern UI) con una barra de tareas al diferente y, sobre todo, iconos en forma de tiles (baldosas), algunos de ellos con previsualización, para programas, aplicaciones y juegos. Otro de los beneficios de este modo tablet es que abre todos los servicios directamente en pantalla completa, por lo que no debemos maximizar o minimizar y para cambiar solo debemos ir a la multitarea.
Activando el modo tablet en Windows 10
Si queremos activar el modo tablet, incluso en un portátil sin pantalla táctil, simplemente debemos ir a la parte inferior, en la barra de tareas, y tocar el bocadillo que aparece en la derecha del todo. Una de las opciones del panel emergente (arriba a la izquierda, por lo general) no sirve para conectar con este modo. Ya podemos empezar a utilizarlo.
Una interfaz no sólo para tabletas
Bien es cierto que el ratón es una herramienta demasiado precisa para los enormes iconos que se nos muestran en un modo tablet, sin embargo, bajo determinadas circunstancias (pensemos por ejemplo en un viaje, con el coche moviéndose) o para determinados tipos de usuarios (niños o personas mayores, a los que es mejor darle el entorno mascado para que no se pierdan) el modo tablet puede ser útil incluso aunque utilicemos un puntero.
Después de este post orientativo, mañana os hablaremos de una serie de trucos para personalizar la interfaz.