En ocasiones circulan por la red determinados rumores que nos empujan a mantener algunos usos con nuestros dispositivos móviles los cuales o bien no son necesarios, o bien resultan directamente nocivos. Hoy recopilamos una serie de recomendaciones para mantener la seguridad y rendimiento de una tablet Android a pleno pulmón y descartar falsos mitos que pueden perjudicar más que beneficiar.
Cerrar las aplicaciones de la multitarea
Estamos hablando de Android pero en iOS es un caso similar. Un ejecutivo de la compañía de la manzana confirmaba algo que ya sospechábamos: cerrar las aplicaciones de la multitarea o utilizar alguna herramienta para cerrarlas automáticamente sólo hace que al volver a lanzarlas se tengan que iniciar de cero, invirtiendo en el proceso muchos más recursos de los que se emplearían si simplemente dejamos que el servicio quede en segundo plano, puesto que lo único que ocupa es RAM, y el propio sistema es capaz de administrarla sin que debamos intervenir.
Instalar archivos apk si no estamos seguros
En caso de no estar seguros de la procedencia de un archivo lo mejor es resistirnos a instalarlo en nuestro dispositivo. Si necesitamos descargar algo que no se encuentre en la Google Play Store, lo mejor es ir directamente a la web oficial del desarrollador o de la app y antes de eso, haber contrastado opiniones y experiencias de otros usuarios (una simple búsqueda es suficiente) para saber que se puede confiar en el servicio. No merece la pena exponernos por ahorrarnos uno o dos euros en una app.
Utilizar antivirus (más de uno en especial)
Aún así, si por la cuestión que sea creemos que es importante tener un antivirus, resultar igualmente recomendable llevar una búsqueda exhaustiva para determinar cuál nos conviene. Los ingenieros de Google tienen claro que la forma de preservar nuestro terminal es no instalando software sospechoso, y que un antivirus va a poder salvarnos de una infección en casos realmente residuales. Al mismo tiempo, estas herramientas consumen mucha RAM y batería puesto que trabajan constantemente en el segundo plano. Con los antivirus en la tablet ocurre lo mismo que en un ordenador: dos al mismo tiempo generan incompatibilidades.
Ignorar actualizaciones de software
Esto es recomendable en el caso de las aplicaciones (aunque a veces los desarrolladores rompan algo que funcionaba a la perfección, en la mayoría de los casos es al contrario), pero con respecto a las actualizaciones del sistema operativo se convierte en algo de absoluta prioridad. Estos nuevos paquetes por lo general reparan deficiencias de seguridad nuevas o que se han ido detectando con el paso del tiempo. Cuanto menos tardemos en actualizar, más seguros trabajaremos.
Mantener la tablet encendida indefinidamente
Bien es cierto que la parte positiva de una tablet con respecto a un ordenador es que podemos tenerla encendida largos periodos y echar mano de ella directamente cuando lo necesitemos. Aún así, reiniciar el dispositivo cada cierto tiempo (una vez a la semana, por ejemplo), se limpiará la memoria caché de servicios que no utilizamos demasiado e incluso puede cortar el curso de alguna tarea que se haya quedado «enganchada«. Lo dicho, un reinicio, sin necesidad de obsesionarse, es por lo general sano para nuestra tablet.