Poco a poco parece que vamos haciéndonos una idea más clara del aspecto que tendrá iPad Mini y, lo que es más importante, los cambios (ventajas e inconvenientes) que tendría sobre el Nuevo iPad. Las últimas noticias se refieren a su diseño y remiten, más o menos indirectamente, de nuevo al tema del precio.
Según publicaban ayer en el medio online 9to5mac, lo más relevante de las filtraciones sobre el aspecto del iPad Mini estará en el marco. El iPad Mini se asemejaría más, en cierto modo, a un iPod de mayor tamaño que a un iPad pequeño. La clave está en la minimización del marco lateral. Esto, por un lado, nos habla de maximizar la pantalla en la medida de lo posible, en formato 4:3. Por otro, nos deja ver ciertos modos de uso: primero, en posición de retrato (vertical), la tableta deberá sujetarse desde atrás, como se hace con un teléfono móvil, lo cual vendrá facilitado por su menor tamaño y peso; segundo, en posición paisaje (horizontal) se podrá utilizar sujetándolo por el marco, lo que remite al diseño del Nexus 7 optimizado para videojuegos.
A pesar de que el diseño pueda recordarnos más a un iPod que al nuevo iPad, no hay que pensar en él en términos de prestaciones de esta manera: el iPad Mini será una tableta, con todas las posibilidades que tienen estas y, de hecho, no será tanto su diferencia en tamaño, como en grosor o peso lo que distinguiría una y otra. Si el iPad Mini va a ser más fácilmente transportable que el Nuevo iPad, será sobre todo por ser notablemente más fino y ligero. No se trataría de que iPad Mini fuera sustancialmente distinto del Nuevo iPad sino, sobre todo, de que sea más económico y pueda ampliar el mercado de las tabletas iOS. De ahí que, como ya comentamos, sea bastante verosímil que Apple hubiera decidido no incorporar cámara trasera en el dispositivo para abaratar costes.
