A pesar de que el mercado se haya ralentizado al menos, en el formato tablet, la realidad nos muestra que un goteo más lento de nuevos dispositivos no significa una paralización total del sector. En el terreno de los smartphones, algunas voces también comienzan a hablar de cierta saturación y a realizar algunas predicciones acerca del rumbo que podría tomar este soporte en el corto plazo. El catálogo existente en ambas plataformas ha aumentado de manera considerable en los últimos años a pesar de las circunstancias y en muchos casos, un modelo concreto puede conseguir un éxito casi inmediato pero en otros, la trayectoria puede ser algo más complicada.
¿Qué puede llevar a un dispositivo a fracasar? A la hora de responder a esta pregunta, podemos tener una gran cantidad de dudas al ver que pueden influir decisivos factores de todo tipo. Hoy intentaremos aclarar esta cuestión y ver cuál es la diferencia entre una tablet que llega a lo más alto y otra que se queda en el camino y que puede determinar el futuro de las compañías que lo fabrican. ¿Puede quedar algún espacio más para más terminales en un momento en el que las opciones disponibles ya se cuentan por centenares?
1. El diseño
Si hay algo que, en teoría, ha caracterizado a los soportes que encontramos hoy en día, es la prolongación de su vida útil. En muchos modelos, el plástico ha dado paso al metal en las cubiertas de los mismos. Por otro lado, encontramos tecnologías de refuerzo de pantalla que aumentan la resistencia a golpes y ahora, está cobrando protagonismo una nueva generación de modelos apodados «rugged» que antes estaban presentes en algunos ámbitos muy concretos como la industria y que ahora pretenden extenderse a otros. El público no solo quiere equilibrio en las especificaciones, sino también, dureza. Los terminales que siguen recurriendo al materiales más modestos, en muchos casos proceden de firmas no muy conocidas y no arrojan grandes resultados.
2. El sistema operativo
Continuamos con lo que puede ser parte del cerebro del terminal junto a otros componentes como el procesador. En el formato tablet y también, en el de smartphones, Android sigue siendo líder indiscutible. Sin embargo, hay matices en esta afirmación. Los usuarios, bien por obligación o por preferencia, acaban decantándose por las dos últimas versiones de esta plataforma. Sin embargo, en los portales de compra por Internet, es posible encontrar dispositivos que poseen versiones de este y Windows bastante más antiguas que casi han quedado obsoletas. Este factor, sumado a otros como el primero que os mencionamos, pueden ser determinantes.
3. La conquista de otros públicos
La diversificación se ha convertido en uno de los balones de oxígeno para muchos fabricantes. Tablets para gamers, para colectivos como la moda o la arquitectura y también, aquellos que pretenden llegar tanto al ámbito doméstico como al profesional, son algunos ejemplos. Sin embargo, hay firmas que se lanzan a la creación de modelos que intentan llegar a todos ellos por igual. En estos casos, los dispositivos pueden quedarse a medias al no contar con unas prestaciones más elevadas que permitan un uso en todos estos ámbitos, ya que a la larga, acaban siendo modelos inestables con errores serios como ralentización, imposibilidad de ejecutar programas o aplicaciones más pesadas o la falta de funciones.
4. El comportamiento del propio mercado
En electrónica de consumo encontramos elementos de otros ámbitos como la economía. Como es lógico, si la oferta es mayor que la demanda, tenemos como resultado una saturación del sector en el que los usuarios acaban dirigiéndose a valores refugio que en este caso, serían las mayores compañías. Éstas, al poseer un catálogo más amplio de terminales que otras menores, da como resultado que en teoría, la cuota de mercado de las mismas se eleve o, en el contexto actual, al menos se mantenga. En el formato tablet, Samsung, Apple, Huawei y Lenovo son las líderes.
5. El precio
Por último, acabamos con un componente más que puede resultar más decisivo que los anteriores. El catálogo actual nos muestra terminales que van desde unas decenas de euros, hasta varios miles. Como suele decirse, los extremos nunca son buenos. En el caso de una tablet barata, nos arriesgamos a obtener un dispositivo de muy mala calidad que reúne los fallos que os comentamos antes en materia de software, especificaciones y rendimiento. En el otro lado, dispositivos que, a pesar de ir enfocados a públicos más exigentes dispuestos a gastar algo más de dinero, en ocasiones pueden llegar a ser prohibitivos, lo que puede restarles gran atractivo a pesar de que posean unas características punteras.
Como habéis podido comprobar a través de esta lista, es posible encontrar multitud de factores que pueden llevar a un terminal al éxito rotundo o al fracaso más absoluto. ¿Qué otros condicionantes pensáis que también pueden influir tanto para bien como para mal? ¿Creéis que la inclusión de nuevas tendencias también tienen su impacto positivo pero también, negativo, en los diferentes modelos? Para que podáis haceros una idea más amplia, os dejamos una lista de tablets que no llegaron a cumplir las expectativas depositadas por ellos tanto por sus fabricantes como por los usuarios.