Es un hecho bastante conocido que uno de los usos que más le damos a nuestras tabletas es el de jugar, por lo que no es de extrañar que más de una compañía se esté lanzando a fabricar dispositivos especialmente dedicados a ello. El que os traemos hoy, presentado ayer en el CES, es un de los más llamativos que hemos visto hasta la fecha, en cualquier caso: Razer Edge es un tablet realmente potente que puede reproducir juegos de PC de alta calidad y que cuenta con un buen número de accesorios para complementarlo. Eso sí, no es precisamente asequible.
Razer ya había presentado en el CES de 2012 este dispositivo, por entonces un prototipo, bajo el nombre de Proyecto Fiona y ahora podemos ver el resultado definitivo: una tableta de 10 pulgadas con una especificaciones técnicas bestiales diseñada con el único objetivo de potenciar al máximo la experiencia de juego. La pantalla es probablemente lo menos destacable, con una resolución adecuada aunque no sobresaliente: 1366 x 768. Sin embargo, la potencia del dispositivo está fuera de duda, ya que monta un procesador Intel Core i5 (1,7 GHz), GPU NVIDIA GT640M LE, 4 GB de memoria RAM y 64 GB de capacidad de almacenamiento. Estos datos corresponden a la versión estándar y, sí, hay otra versión Pro aún más espectacular: procesador Intel Core i7 (1,9 GHz), 8 GB de memoria RAM y hasta 256 GB de disco duro. Ambos modelos tienen Windows 8 como sistema operativo y, como os podéis imaginar, pueden reproducir sin problemas juegos de PC. Para completar la experiencia se le puede acoplar un teclado y ratón, mandos y módulos de batería para prolongar su autonomía.
Hasta aquí todo resulta bastante interesante, pero hay un par de puntos negativos. Por un lado, y este quizá sea el menor de sus inconvenientes, todos los que han tenido ocasión de probarla coinciden en que se trata de un dispositivo bastante pesado y, aunque esto no parezca gran cosa, para un equipo que sostienen tus manos mientras pasas horas viciándote a tus juegos favoritos, el peso es una cuestión bastante importante. Por otro lado, y esto sin duda echará para atrás a muchos potenciales compradores, tal y como suele suceder con la mayor parte de los tablets con Windows, los precios son bastante altos: 1.000 dólares para el modelo estándar y 1.300 dólares para el Pro.
Fuentes: SlashGear, Android Authority, The Verge