Samsung necesitaba un golpe fuerte en la mesa después de los problemas ocasionados por las baterías explosivas del Note 7, y parece que este Galaxy S8 es precisamente lo que muchos fans de la compañía coreana esperaban, un terminal no sólo consistente en cuanto a hardware sino revolucionario en utilidades y servicios. Llama especialmente la atención la DeX Station, una base que permite hacer del nuevo flagship de la firma poco menos que un ordenador.
Los fans de Windows se van a rasgar las vestiduras, de hecho, el Windows Central ya está barriendo para casa al imaginarse el tipo de consecuencias que este desarrollo de Samsung podría tener en un futuro. Dicho portal reconoce que DeX es mejor que Continuum, pero desprecia en cierta medida una función que, a mi juicio, no sólo ofrece una herramienta importante ahora, sino que también revela un extraordinario potencial para años venideros. Samsung se adelanta a los anhelos de Microsoft y la propia Google de modo impecable.
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Los grandes méritos del Galaxy S8, rey de 2017
Empezando por el producto en sí, el nuevo flagship de Samsung es un terminal que recoge todo lo mejor que puede dar hoy de sí el mercado móvil, tanto en pantallas (donde los coreanos lideran con absoluta suficiencia sobre todos los demás) como en procesador (ayudó a diseñar el Snapdragon 835 y su Exynos 8895 es igual o más potente) como en fotografía o audio (tras aliarse con AKG). A estas alturas, su único punto débil diríamos que es el precio, bastante por encima de la gama alta de los últimos años.
Pero no se trata sólo de eso, Samsung estrena además pantalla «infinita» con el ratio más imponente (84%) en relación al conjunto del frontal, Bluetooth 5.0 capaz de emitir en dos dispositivos de audio a la vez, Bixby y este DeX. Teniendo en cuenta los antecedentes y el hecho de que casi todos los demás fabricantes dependen ahora mismo de Samsung en buena medida para muchos de sus componentes, sobre todo en aquellos que pueden entenderse como más innovadores, la firma Coreana tiene la sartén muy por el mango.
¿Alguien «necesita» un Intel Core i7 y 16GB de RAM?
Las críticas de Windows Central lógicamente se entran en el hecho de que DeX está en el fondo basado en Android y lo único que hace es presentar este sistema operativo con un aspecto similar al de Windows. Pero en lo extremo de su argumento es precisamente donde éste cae un poco ridículo. Continuum, dicen, está pensado para mercados emergentes donde la mayoría de la población no va a contar con un Intel Core i7.
El problema es que la mayoría de la población de cualquier parte del planeta ni tiene ni necesita ese chip en absoluto. Queremos creer que ellos, como buenos heavy users de Windows 10, le sacarán mucho partido, pero principalmente, la fuerte irrupción de las tablets demuestra que es más importante eficiencia y ligereza que potencia en muchos casos.
¿Quién se gasta hoy en día 2.000 euros en un portátil con i7 si no es un usuario profesional o muy entusiasta adinerado o un gamer de bandera? Incluso reconociéndonos en cualquiera de esos perfiles, ¿cuántos tenemos todo ese dinero para invertir en un ordendor? Es más, el análogo de DeX en Windows, sólo funciona en el HP Elite X3, un aparato que cuesta 800 euros (similar al S8) y corre con un sistema operativo marginal. ¿De verdad hay alguien que vaya a gastar todo ese dinero sólo para tener en su teléfono una tecnología inferior a la de Samsung?
Reconfigurar la relación entre móvil y ordenador
Lo interesante del modelo de Samsung es que reconfigura por completo el esquema móvil-escritorio. Windows parte del escritorio para llegar al móvil mientras que el Galaxy S8 lo hace justo al contrario. Antes uno se gastaba 1.000 euros en un portátil (ese era el precio habitual hace unos 10 años), mientras que en el teléfono se gastaba unos 100, tirando muy por lo alto. Lo que este nuevo terminal nos plantear es pasar el grueso de nuestra experiencia informática al smartphone, gastar 800-900 euros, mientras que un monitor decente se puede conseguir por 100 o 200 euros sin problema, más 150 de la base para usar ambos de manera conjunta.
Hasta el momento, las pruebas en el Galaxy S8 con DeX muestran un entorno muy fluido y gran capacidad de funcionar junto a los periféricos clásicos del escritorio. Hay que ver, aún así, los resultados que da este mismo método más a largo plazo, con un Android más cargado de aplicaciones y procesos, etcétera. No obstante, por ahora es muy superior a la tecnología con la que cuenta Microsoft, firma sin un producto ARM verdaderamente potente, por ahora.
Google, por su parte, está jugando con los Chromebook pero no sabemos si están perdidos o es que esconde muy bien sus cartas, porque el Pixel, salvo por actualizaciones (ninguna novedad con respecto a los Nexus), no parece ni la mitad que el Galaxy S8 y su capacidad para fabrica y distribuir el producto, dependiendo para ello de HTC, es bastante pobre.
Gastarse 909€ más el dock más la pantalla…… = 1200€ para tener Android con entorno Windows? cuando venden adaptadores micro-usb con salida HDMI, USB, Lector de Tarjetas, por 20€ y puedes conectar cualquier Smartphone y hacer casi lo mismo. Antes me gasto esos 1200€ en un buen portatil, por lo menos se que con ese portatil puedo hacer lo que me de la gana. Y si no con esos 1200€ que cuesta el S8 con el dock y monitor, me compro el S7 600€ y un portatil de 600€.
Vamos que no me gasto 1.000€ en un Smartphone aunque monte un procesador de 20 núcleos, 8 gigas de Ram y Disco duro SSD de 1 TB, señores que un smartphone es la cosa más fácil de que se te caiga al suelo y se rompa la pantalla, de que lo pierdas o simplemente que te lo roben.