Las Samsung Galaxy Tab S han supuesto el giro de tuerca que necesitaba el catálogo de la compañía surcoreana en este segmento. Un diseño pulido, con 6,4 milímetros de grosor, unos acabados muy atractivos, lector de huellas dactilares (primeras tablets del mercado en incorporarlo), además de un hardware excepcional con procesador Qualcomm Snapdragon 800 a 2,3 GHz, 3GB de RAM, 32 de almacenamiento, 8 y 2,1 megapíxeles en las cámaras y Android 4.4 Kitkat. Sin embargo, si hacemos caso de la publicidad de Samsung se han olvidado del resto y se han enfocado casi en su totalidad en la pantalla.
Los paneles de estos equipos tienen 8,4 y 10,5 pulgadas, ambas versiones con la mayor resolución vista hasta ahora en una tablet, 2.560 x 1.600 píxeles (WQXGA). Pero la mayor diferencia la encontramos en la tecnología utilizada, SuperAMOLED. Es una tecnología habitual en los dispositivos de la firma pero no ha sido hasta la llegada de las Galaxy Tab S cuando se ha visto su potencial real, y Samsung quiere sacarle el máximo partido.
Los expertos han confirmado que actualmente, no existe una tableta capaz de competir con las Galaxy Tab S en lo que a visualización se refiere, de hecho, siguen mejorando esta tecnología como se ha demostrado con el último terminal presentado, el Galaxy Alpha. Pero habrá muchos usuarios, de los cuales algunos podrían estar interesados en la compra de una de estas tablets, que no entienden el porqué de estas diferencias. Es lo que Samsung ha querido explicar con la infografía que os dejamos al final del artículo.
Los primero que tenemos que tener claro es que son dos tecnologías diferentes y por tanto, su funcionamiento no es igual. LCD (Liquid Crystal Display), está formada por una capa de píxeles incapaces de emitir luz, de forma muy simplificada lo que hacen es modificar la luz que es irradiada de forma constante por otra capa inferior (con la imagen se entiende mucho mejor). AMOLED (Active Matrix Organic Light-Emitting Diode) está formada por píxeles OLED, diodos que pueden emitir luz por sí mismos y se pueden controlar de manera individual. Una vez tenemos claro esta diferencia, es fácil comprender por qué la pantalla SuperAMOLED de las Galaxy Tab S mejora a las LCD en viveza de los colores, contraste o ángulos de visión. Os dejamos con la infografía, no sin antes invitaros a pasar por el análisis completo de la Samsung Galaxy Tab S 8.4 donde analizamos además de la pantalla, todos los aspectos importantes.
Fuente: SamsungTomorrow
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