El año pasado 130 millones de dispositivos de Apple llevaron chips de Samsung y se espera que este año la cifra supere los 200 millones. Con estos números, los beneficios para los asiáticos serán muy superiores.
No se sabe qué consecuencias tendrá esto para los de la manzana y los consumidores. El contrato de suministro de estos productos entre las dos compañías acaba en 2014. El precio de los productos de los californianos parece no poder subir, así que tendrán que reducir beneficios. Mientras tanto tendrán que buscar alternativas a los surcoreanos.
Samsung ha visto como poco a poco su socio ha tenido gestos feos con ellos y claramente ha dado señales de querer romper su relación con ellos para no fortalecerles y depender de ellos. Por eso, a parte de los juicios, ha destinado la producción de las pantallas de sus dispositivos más punteros, como el iPhone 5 y el iPad 4, a otros fabricantes como LG, Japan Display o AU Optronics. Y dado que solo le quedaban la fabricación de los procesadores pues han decidido que el fin de la relación con Apple será lo más beneficiosa posible. Y es que con casi total seguridad el procesador A7 en el que los de Cupertino ya trabajan no será fabricado por los surcoreanos sino por la compañía taiwanesa TSMC. Esto es el fin de un relación que ha dado el A4, A5, A5x, A6 y A6X.
Fuente: Market Watch (The Wall Street Journal)
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