Crecerá hasta las 5 pulgadas
El detalle que más llama la atención, y que de hecho le hace entrar de pleno en nuestro territorio, es que la segunda generación crecerá hasta las 5 pulgadas, al igual que ya vimos que pasó con el Moto G 2014. El resto de especificaciones técnicas serán bastante similares al del Moto E original (resolución 540 x 960, 1 GB de memoria RAM, cámara de 5 MP), salvo por el empujón que recibirá en el apartado de procesador.
No está del todo claro, sin embargo, qué procesador será este. Aparentemente, debemos esperar algo del rango del que montaba el primer Moto G, lo que apuntaría a un Snapdragon 400 a 1,2 GH. No se puede descartar, no obstante, que el chip que monte no sea en realidad un Snapdragon 410, que cuenta con soporte para 64 bits, y, de hecho, un dispositivo e Motorola con este procesador apareció recientemente en benchmarks.
Por lo que respecta al sistema operativo, uno de los grandes atractivos de los smartphones de Motorola, el nuevo Moto E llegaría con Android 5.0 Lollipop de partida, probablemente en la misma versión casi pura de Android a la que nos tiene acostumbrada la compañía y que le da ese extra de fluidez que caracteriza a sus smartphones.
¿Un precio igual de rompedor?
Uno de los datos más interesantes que nos sigue faltando es, obviamente, el precio, pero sobre este punto de momento no hay ningún dato concreto. No tenemos muchas dudas, no obstante, de que no habrá un cambio de política demasiado radical y que podemos, por tanto, esperar que llegue con un precio igual de interesante que el de la primera generación.
Fuente: gsmarena.com
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