A pesar de la expectación que generó en su momento, la realidad es que Windows 10 para ARM tuvo al final una acogida algo fría e incluso Microsoft, para una nueva Surface barata en la que descubrimos hace poco que trabaja, parece haber preferido apostar por los procesadores Intel. La llegada de los primeros portátiles y tablets Windows con Snapdragon 845 podría cambiar las cosas, no obstante.
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Los problemas de los primeros dispositivos Windows 10 para ARM
Cabía esperar cosas bastante interesantes de los portátiles y tablets Windows con procesadores ARM, como mejoras en autonomía, la posibilidad de tener conexión siempre o una rebaja de precios. La realidad, no obstante, es que alguna de ellas (la rebaja de precios, sobre todo) no se ha terminado de convertir en una realidad y los sacrificios que han supuesto respecto a los dispositivos con procesadores Intel, por otro lado, han recibido bastantes críticas.
Además de ciertas limitaciones con algunas apps, lo que menos ha convencido es probablemente su rendimiento, que no parece estar a la altura de dispositivos Windows de sus rangos de precios: es cierto que el funcionamiento es bastante fluido para actividades cotidianas no demasiado exigentes, pero para muchos de los que se decantan por Windows frente a tablets Android o iPad, a menudo se quedan cortos.
El rendimiento podría mejorar hasta un 50% con el Snapdragon 845
Aunque, por supuesto, era de esperar que con el salto a los procesadores ARM fuéramos a encontrarnos con que perdemos potencia, parece que buena parte de la culpa de esas no demasiado buenas primeras impresiones que han dejado estos dispositivos podría estar, simplemente, en que se ha lanzado con chips de gama alta, pero de una generación anterior: el Snapdragon 835.
Y decimos esto porque ahora hemos tenido la ocasión de ver los primeros benchmarks de dispositivos Windows con Snadragon 845 y la mejora ha sido muy notable, de hasta un 50% en las pruebas de un sólo núcleo. Incluso en las pruebas multinúcleo, donde la evolución es menor, estamos hablando de que se ha incrementado la potencia en un 25%.
Esperar a las tablets Windows con Snapdragon 845
Teniendo en cuenta que la comercialización de las primeras tablets con Snapdragon 835 (en España, al menos) se está retrasando tanto, parece claro que probablemente sea buena idea esperar a que llegue ya la segunda generación con Snapdragon 845, en caso de que estemos interesados en esta fórmula (porque no hay que olvidar que tenemos ya unas cuantas tablets Windows con conexión móvil y sin tener que preocuparnos de sacrificar rendimiento).
Y quizá no haya que esperarlas demasiado, porque tenemos a la vuelta de la esquina el Computex y es posible que allí debute alguna. La propuesta más interesante, no obstante, probablemente sería la Surface con Snapdragon 845 en la que viene trabajando Microsoft desde finales del año pasado, por sus dispositivos son normalmente los que mejor explotan las posibilidades de Windows. Lamentablemente, no ha vuelto a haber noticias sobre ella desde entonces, de modo que no sabemos en qué situación se encuentra el proyecto ahora mismo.
Lo que no entiendo como es que aun no tenemos tablets en Android con snapdragon845