La revolución de los wearables lleva bastante tiempo en el horizonte, pero parece que no acaba de cuajar y cada cierto tiempo las dudas vuelven a asaltar a los analistas respecto a sus posibilidades para convertirse en un auténtico producto de masas (las mismas, por otra parte, que habían expresado algunos de los líderes del sector en los albores de estos nuevos dispositivos) y no en vano, no hace tanto que conocimos una llamativa estadística que afirmaba que un tercio de sus compradores dejaban de usarlos. ¿Cuál es el panorama de este nuevo sector a finales ya de 2014?
Pues lo cierto es que parece que seguimos sin tener una idea muy clara de lo que va a suceder, aunque de lo que no cabe duda es de que nadie se decide aún a abandonar el barco: Google sigue trabajando para mejorar Android Wear y ninguno de los grandes fabricantes han dejado de lanzar su propio dispositivo. Lo cierto es, no obstante, que sigue sin haber indicios de que ninguno de ellos haya cosechado un éxito particularmente importante. En los últimos tiempos, de hecho, nos están llegando noticias de dos dispositivos que nos dan dos ejemplos muy diferentes: por un lado, tenemos el Apple Watch, de cuyas ventas millonarias nadie parece dudar; por otro, parece que las icónicas Google Glass pueden estar cerca de convertirse en historia.
Muchos empiezan a perder fe en las Google Glass
Las Google Glass es uno de los conceptos más originales e interesantes de cuyo desarrollo hayamos podido ser testigos en los últimos tiempos, y uno de los wearables más emblemático, eso es indudable, pero, por mucho entusiasmo que haya despertado entre los aficionados a los gadgets y a la tecnología en general, parece que podríamos estar aproximándonos al final de su trayectoria, o al menos al final de los sueños de que podría convertirse en un producto de amplia o siquiera moderada difusión. Según informa Reuters, al retraso de su lanzamiento hasta el próximo año, a las restricciones de uso que han puesto muchos locales público ya en Estados Unidos por cuestiones de privacidad, y al hecho de que muchos de los pioneros que invirtieron los 1500 dólares que costaban las primeras unidades las han ido vendiendo después por precios muy inferiores, se suma ahora que un buen número de desarrolladores habría confirmado que están dejando de trabajar en aplicaciones para este dispositivo. Por supuesto, puede tratarse de un simple bache, pero lo cierto es que su futuro no pinta demasiado bien.
¿Previsiones de ventas de hasta 40 millones de unidades del Apple Watch?
Terminamos con el lado positivo de la historia y, sin lugar a dudas, el wearable visto con más optimismo por todo el sector en lo que a ventas se refiere es el Apple Watch: a pesar de las recientes noticias que apuntaban a precios de hasta 5000 dólares para este smartwatch, las previsiones “conservadoras” de unos 10 millones de ventas que lanzaban los analistas hace unas semanas, podrían quedarse cortas respecto a las propias de Apple que, según las últimas noticias llegadas del entorno de sus suministradores a través de DigiTimes, las han llegado a situar entre los 30 y 40 millones de unidades. ¿Podría ser Apple (una vez más) el que popularizara definitivamente esta nueva tecnología? ¿Depende el futuro de los wearables del éxito de su smartwatch?
Quizá, en resumen, no deberíamos simplemente hablar del futuro de los wearables en general, que incluye dispositivos muy diversos como las Google Glass, el Apple Watch, el Galaxy Gear S o la reciente banda para la monitorización de la salud de Microsoft (a la venta de momento sólo en Estados Unidos), sino que su éxito probablemente dependerá mucho de qué wearable en concreto hablemos. ¿Qué opináis vosotros? ¿Triunfaran o no? ¿A vosotros os interesan?