Cook mira con cautela a este tipo de dispositivos. En primer lugar lanzó su juicio sobre las gafas de los de Mountain. Afirmó que Google Glass no será un dispositivo que se venda a las masas con toda probabilidad, pero que sí que resultará interesante en algunos nichos de mercado. Para ilustrar esa especificidad que funciona con este tipo de dispositivos de vestir, puso el ejemplo del FuelBand de Nike que está obteniendo buenos resultados entre sus clientes potenciales. Cierto es que aunque Glass no esté diseñado pensando en alguna actividad concreta, tanto su precio como su conflicto con el derecho a la intimidad podría acotar tanto el acceso a su compra como su uso.
A la hora de hablar sobre otros dispositivos similares, sin poder evitar sobrevolar el iWatch, opinó que estos aparatos, entre los que se encuentran los smartwatches, tienen un problema difícil de solventar y es convencer a una generación que no ha utilizado relojes que vuelvan a utilizarlos, que no les gusta llevar gafas para que las lleve, etc…
Es decir cambiar los hábitos de la gente en algo tan personal como el vestir conlleva una dificultad añadida, aunque esto es un reto al que se enfrenta el sector textil y de vez en cuando se consiguen cambio, aunque la inclusión de un nuevo formato de prenda tarda mucho tiempo. Cook ve que este es un campo en el que todavía queda mucho por explorar y aspectos que resolver.
Fuente: ZDNET
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