El caso Bárcenas ha dado mucho de qué hablar en nuestro país y en el mundo entero. Sin embargo, la frivolidad es algo característico de España. Ese reírnos de lo que sea aunque no tenga ninguna gracia. Un juego inspirado en el caso del extesorero del Partido Popular ha llegado a Android y iOS. Desarrollado por 4D3 Animation Studio, reproduce esos sospechosos eventos que fueron portada de varios periódicos y en el que los sobres que entraban y salían de la contabilidad en B del PP son protagonistas. Para evitar cualquier complicación legal el videojuego se titula Dársenas, Tesorero Corrupto.
Este título busca hacer caja de un tema candente y escabroso como el de la posible financiación ilegal del partido en el Gobierno. No podemos culparles, por lo menos alguien saldrá ganando con todo esto. El juego es gratuito, pero contiene publicidad. De ser de pago sería completamente deleznable.
La dinámica de juego es sencilla, tenemos que dar sobres a todo aquel que venga a pedirlos y recoger los recibos que dejan por la transacción. En cada operación fraudulenta obtenemos una cantidad de dinero que va a parar a nuestras cuentas en Suiza. Todos los paralelismos están dispuestos.
En el caso de que no entreguemos los sobres, estos políticos y empresarios de dudosa moral darán un chivatazo y filtrarán nuestros papeles, conduciéndonos a la cárcel. Ésta quizás sea la parte más fantasiosa del juego: los malos pagan por sus crímenes y van a prisión.
Para distribuir los sobres tenemos que deslizarlos sobre una mesa intentando que queden a la altura de la mesa en la que el cobrador se halla. Hay sobres de tres colores con distintas cantidades y tenemos que proporcionar la cantidad que se nos pide y no otra.
Una vez probado, es preciso decir que no es un gran juego. El control es difícil y la evolución inexistente. Quizás nos puede sacar una sonrisilla durante un rato, hasta que nos aburrimos de él o hasta que pensamos lo triste que es realidad todo esto.
Puedes conseguirlo para Android en Google Play y para iOS en iTunes.
Es una de esas cosas que solo valen para que la gente las comparta.
En efecto, una mera curiosidad. El juego no tiene mucho en sí. Aunque no es el juego lo que nos debería hacer reflexionar sino la frivolidad de crearlo.