Básicamente, Microsoft ha llevado a cabo dos grandes optimizaciones que harán que las tablets con poca capacidad de almacenamiento, especialmente aquellas con 16 y 32 GB de memoria, ganen un preciado espacio que ahora estará disponible para otros menesteres. Estos modelos son ahora mucho más habituales que hace uno o dos años, ya que el cambio de política de licencias de los de Redmond propició que muchos fabricantes se lanzaran al desarrollo de tablets Windows baratas.
Compresión de los archivos del sistema
Con la nueva versión, Windows puede comprimir de forma eficiente los archivos del sistema liberando aproximadamente 1,5 GB en dispositivos de 32 bits y 2,6 GB en los de 64 bits. Este algoritmo se podrá utilizar también en los smartphones y garantiza que el funcionamiento del dispositivo es el adecuado. Para ello, Windows evalúa de forma automática la cantidad de RAM del equipo y la rapidez de su CPU (ambos factores determinan la velocidad a la que se puede acceder a los archivos comprimidos), si son suficientes para garantizar una experiencia óptima, utiliza el algoritmo, si por el contrario estima que no lo son, descarta esta opción dando siempre prioridad a la velocidad de respuesta del sistema.
Nuevo sistema de recuperación
Hasta ahora, para reestablecer las funcionalidades de la tablet, Windows utilizaba una imagen de recuperación preinstalada por los fabricantes en el dispositivo. Con Windows 10 ya no será necesaria, lo que liberará entre 4 GB y 12 GB dependiendo del modelo en cuestión. En su lugar, la recuperación se efectuará gracias a los archivos del sistema en tiempo de ejecución. Estos ocupan mucho menos espacio de almacenamiento y aportan una ventaja extra, ya no será necesario instalar una larga lista de actualizaciones si necesitamos reestablecer el dispositivo a su estado de fábrica.
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