Windows 10 ante el fin del soporte: opciones, problemas y debate

  • Termina el soporte gratuito de Windows 10: última actualización en octubre y adiós a parches salvo ESU; afecta a 22H2 y a ediciones LTSB 2015.
  • ESU con tres vías: pago aproximado de 30€, canje de 1.000 Microsoft Rewards o vincular OneDrive/cuenta; el parche KB5063709 prepara la inscripción.
  • Respuesta social y legal: herramienta comunitaria para usuarios bloqueados y una demanda en California pide mantener las actualizaciones sin coste.
  • Riesgos y alternativas: fallo en la recuperación tras el último Patch Tuesday, recomendaciones de prudencia, Linux al alza y opción LTSC (zona gris legal).

Windows 10 en un ordenador

Windows 10 encara el tramo final de su vida útil con una fecha marcada en rojo: el soporte gratuito concluye en octubre y, a partir de entonces, quien siga con este sistema se quedará sin parches de seguridad salvo que se acoja a las opciones de ampliación. Millones de equipos que funcionan bien no cumplen los requisitos de Windows 11 y sus propietarios buscan cómo protegerse a corto y medio plazo.

En paralelo a los avisos oficiales, han surgido herramientas comunitarias, críticas por el impacto en residuos electrónicos y hasta una demanda que pretende alargar las actualizaciones sin coste. Sobre la mesa hay vías oficiales para ampliar la seguridad, soluciones alternativas con ventajas y peajes, y algunos tropiezos recientes en parches que invitan a actuar con cautela.

Fechas y alcance del fin de soporte

Fin de soporte de Windows 10

Microsoft ha confirmado que el soporte gratuito de Windows 10 termina en octubre. Habrá una última actualización de seguridad ese mes y, pasado ese punto, solo recibirán parches quienes opten por la ampliación. El fin afecta a Windows 10 22H2 en Home, Pro, Education, Enterprise e IoT, y también a ediciones antiguas como Windows 10 IoT Enterprise LTSB 2015.

La compañía ha intensificado los recordatorios con el calendario en la mano y, a la vez, ha dejado claro que su prioridad pasa por enfocarse en el presente y el futuro de Windows. Para los usuarios que no cambien de sistema, seguir sin soporte implica asumir un riesgo creciente: cada mes sin parches se acumulan vulnerabilidades conocidas que podrían ser explotadas.

Organizaciones defensoras del derecho a reparar advierten que los estrictos requisitos de Windows 11 dejan fuera a equipos plenamente funcionales, lo que podría incrementar los residuos electrónicos si no se habilitan alternativas de continuidad razonables.

También se alerta de que el fin del soporte puede disparar estafas dirigidas a usuarios menos expertos, con supuestas “soluciones milagro” que en realidad comprometen la seguridad o la privacidad.

ESU: cómo extender la seguridad oficialmente

Opciones ESU para Windows 10

Para quienes necesiten más tiempo, Microsoft ofrece Extended Security Updates (ESU), que permite seguir recibiendo parches durante un periodo adicional. En el corto plazo, muchos usuarios pueden acceder a un año extra mediante tres rutas: pago único aproximado de 30€, canjear 1.000 puntos de Microsoft Rewards o vincular la cuenta de Microsoft y activar la sincronización (incluida la integración con OneDrive) en el equipo.

La actualización Windows 10 KB5063709, ya disponible en el Patch Tuesday de agosto, es clave porque prepara el sistema para la inscripción en ESU: corrige fallos del asistente, mejora la estabilidad y establece requisitos como disponer de una cuenta Microsoft y tener la compilación 19045.6216 o superior.

Tras aplicar el parche, Windows Update muestra un asistente de alta en ESU que comprueba la elegibilidad y guía el proceso. La función está disponible en Home y Pro, y apunta a minimizar errores durante la activación y la instalación de futuros parches de seguridad.

Aunque ESU permite ganar margen, no deja de ser una solución temporal. Algunos usuarios pueden no querer depender de condiciones como la vinculación de cuenta y la sincronización, por lo que es recomendable planificar con anticipación la transición o explorar otras vías.

Reacciones de la comunidad y presión legal

Usuarios de Windows 10 y reacciones

Desde el ámbito social, un grupo centrado en derecho a reparar y obsolescencia ha publicado el End of Windows 10 Toolkit, una herramienta comunitaria que agrupa guías y recursos para quienes no puedan dar el salto a Windows 11. Su objeto es evitar que el usuario quede solo ante un cambio forzado y reducir riesgos.

Estas organizaciones califican la postura de la empresa como “innecesariamente restrictiva” y advierten del posible aumento de residuos electrónicos si millones de equipos con vida útil por delante quedan fuera del soporte por un requisito técnico.

En el frente legal, un usuario de California ha presentado una demanda para mantener las actualizaciones gratuitas más allá de la fecha de fin de soporte. Argumenta que los requisitos de hardware (como TPM 2.0) empujan a comprar equipos nuevos y pide que el soporte continúe hasta que la cuota de Windows 10 baje por debajo del 10%.

El demandante asegura que el foco en funciones de IA y servicios asociados ha dejado desatendidos a quienes siguen en Windows 10. No solicita compensación económica, sino medidas para prolongar la seguridad sin coste o, alternativamente, relajar restricciones de hardware.

Parches problemáticos y recomendaciones de prudencia

Actualizaciones y problemas en Windows 10

El último ciclo de parches ha llegado con ruido: la función de recuperación/restablecimiento de Windows presenta errores tras la actualización de agosto, afectando también a Windows 10 22H2. Microsoft trabaja en un parche fuera de banda para resolverlo cuanto antes.

Si utilizas el PC para trabajar o estudiar y no puedes permitirte sobresaltos, la recomendación es pausar temporalmente las actualizaciones hasta que se confirme la estabilidad. Las opciones del sistema permiten aplazar parches durante varias semanas e incluso gestionar la cadencia desde directivas.

Conveniente tener un plan de copias de seguridad y aplicar primero las actualizaciones en un momento controlado. Una vez se publique la corrección, será importante actualizar para cerrar vulnerabilidades activas.

En octubre habrá un último parche de seguridad para Windows 10 en el canal regular. Después, todo dependerá de la inscripción en ESU u otras decisiones que adopte cada usuario u organización.

Alternativas para seguir usando tu PC

Alternativas a Windows 10

Quienes no puedan actualizar a Windows 11 tienen varias opciones. Una es forzar la instalación de Windows 11 en equipos no soportados, aceptando posibles inestabilidades. Otra, cada vez más popular, es migrar a Linux en sabores fáciles como Mint, que ofrece un entorno familiar y buen rendimiento incluso en hardware veterano.

También circula la posibilidad de migrar a Windows 10 IoT Enterprise LTSC 2021 con utilidades como UpDownTool, logrando soporte oficial hasta 2032 y un sistema más liviano (sin Store ni Cortana). Sin embargo, es una vía en zona gris legal: Microsoft no comercializa licencias LTSC para particulares y su uso doméstico puede vulnerar los términos.

Si decides permanecer en Windows 10 tras el fin del soporte sin ESU, deberías extremar la higiene digital: reducir la exposición, evitar software desactualizado, activar control de cuentas y usar navegadores y aplicaciones que sigan recibiendo parches, como comprobar las notificaciones nativas de Chrome en Windows 10.

Independientemente del camino, es importante planificar la transición, actualizar a la última versión disponible, aplicar KB5063709 si optas por ESU y respaldar tus datos para evitar contratiempos.

El escenario para Windows 10 indica que el soporte gratuito está próximo a terminar, existiendo opciones oficiales para extender la seguridad, respuestas comunitarias y presión legal. La decisión más sensata es evaluar necesidades y recursos para escoger la mejor vía para cada equipo y usuario.

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