Windows 10 se queda sin soporte: qué cambia y qué puedes hacer

  • El soporte de Windows 10 termina el 14 de octubre y millones de equipos dejarán de recibir parches de seguridad.
  • La ESU será gratuita en la UE, pero exige iniciar sesión con una cuenta Microsoft al menos cada 60 días.
  • Fuera de Europa hay opciones de pago (como 30 dólares) y requisitos adicionales como OneDrive en algunas regiones.
  • Alternativas: actualizar a Windows 11, optar por Linux o Chrome OS Flex; empresas tienen ESU de pago por hasta tres años.

Windows 10 se queda sin soporte

El reloj corre para quienes siguen usando Windows 10: el fin del soporte oficial llega el 14 de octubre. A partir de ese momento, el sistema dejará de recibir correcciones de seguridad, con el consiguiente aumento del riesgo frente a ataques y fallos que se descubran más adelante.

Microsoft ha puesto sobre la mesa un salvavidas temporal, pero con condiciones. En Europa habrá un año extra de parches sin coste mediante el programa ESU, aunque será obligatorio iniciar sesión con una cuenta de Microsoft con cierta periodicidad para mantener la protección activa.

Qué implica que Windows 10 se quede sin soporte

Fin del soporte de Windows 10

Cuando un sistema entra en EOL (end of life), no recibe más actualizaciones de seguridad ni correcciones, como analiza Windows 10 ante el fin del soporte. Eso afecta tanto a PCs domésticos como a puestos de trabajo, puntos de venta o equipos industriales que siguen confiando en Windows 10.

El alcance no es menor: según Statcounter, Windows 10 aún conserva una cuota relevante en torno a cuatro de cada diez equipos Windows, mientras que Windows 11 ya domina el mercado en varias regiones. Con esa base instalada, cualquier vulnerabilidad que aparezca a partir de ahora tiene más recorrido.

En este escenario, los delincuentes ven una oportunidad: sin parches regulares, los ransomware y otras amenazas tienden a explotar fallos conocidos. Es algo que ya se ha visto con versiones anteriores del sistema.

La clásica compatibilidad hacia atrás de Windows ha sido virtud y hándicap a la vez: permite seguir usando software antiguo, pero complica el cierre de brechas en un ecosistema con millones de combinaciones de hardware y drivers. En plataformas más cerradas es más sencillo tenerlo todo bajo control.

ESU: cómo funciona la prórroga de seguridad y cuál es la letra pequeña

Actualizaciones de seguridad extendidas para Windows 10

Microsoft ofrece las Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU) para seguir recibiendo parches críticos durante un año más. En el Espacio Económico Europeo la adhesión es gratuita, pero con una condición indispensable.

Para mantener activa la ESU en Europa, será necesario iniciar sesión con tu cuenta de Microsoft al menos una vez cada 60 días. Si el sistema detecta inactividad, suspenderá la recepción de parches hasta que vuelvas a cumplir los requisitos de acceso.

Fuera de la UE, el panorama cambia: en algunas regiones se exige sincronizar ajustes con OneDrive o recurrir a alternativas de pago (por ejemplo, una licencia ESU de 30 dólares). Anteriormente se contempló canjear puntos Rewards o hacer una copia de seguridad en la nube, opciones que han ido variando por país.

Si dejas pasar el plazo y cesan las actualizaciones, podrás reinscribirte en el programa, aunque tendrás que repetir el proceso de activación. Ten presente que la ESU cubre solo parches de seguridad críticos: no añade funciones, mejoras de rendimiento ni soporte técnico.

En el ámbito empresarial, la extensión es más larga, con hasta tres años de ESU de pago por dispositivo. Es la vía habitual para organizaciones que necesitan más margen para migrar aplicaciones y parque de hardware.

Qué opciones tienes si no puedes (o no quieres) pasar a Windows 11

Opciones tras el fin de soporte de Windows 10

La primera alternativa es intentar la transición a Windows 11. Incluso en equipos no compatibles existen métodos para instalarlo bajo tu responsabilidad, aunque lo más recomendable es valorar la actualización de hardware o adquirir un PC ya preparado para recibir soporte a largo plazo.

Si tu hardware sigue siendo válido pero no encaja con Windows 11, Linux puede alargar la vida del equipo sin exigir tantos recursos y con un ecosistema maduro para productividad, ocio y estudio.

Linux Mint es una de las propuestas más accesibles para quien viene de Windows: su interfaz resulta familiar y ofrece un rendimiento sólido tanto en tareas cotidianas como en ocio ligero.

Ubuntu destaca por su equilibrio entre estabilidad y compatibilidad, instalación sencilla y un catálogo amplio de software. Su diseño es diferente al de Windows, pero la curva de adaptación suele ser rápida.

Fedora apuesta por un entorno pulido y actualizado, ideal si quieres un sistema ligero y con buen soporte para herramientas modernas, sin complicaciones excesivas.

Chrome OS Flex, la propuesta de Google basada en Linux, es muy ligero y centrado en la nube: si tu trabajo es principalmente web, arranca rápido y consume pocos recursos, aunque limita la personalización.

Zorin OS ofrece un escritorio que recuerda a Windows, con detalles visuales cuidados y opciones pensadas para recién llegados que prefieren una transición suave.

El mercado y los riesgos: por qué importa tanto este cambio

Mientras Windows 11 gana terreno y ya supera a su predecesor en diversas métricas, Windows 10 conserva aún una presencia muy amplia. Ese volumen convierte cualquier nueva vulnerabilidad en un foco potencial de problemas si los parches ya no llegan.

En paralelo se ha observado un repunte puntual de equipos con Windows 7, una versión muy apreciada en su día, pero sin soporte y sin parches desde hace años. Volver a sistemas obsoletos no es una salida recomendable por seguridad y compatibilidad con drivers y aplicaciones.

Si sigues en Windows 10, conviene revisar copias de seguridad, usar cuentas con menos privilegios, mantener el navegador y otras apps al día y activar la ESU si cumples los requisitos. Reducir la superficie de ataque es clave hasta que completes la migración.

Con el fin del soporte a la vuelta de la esquina, lo prudente es decidir ya el plan: migrar a Windows 11 si tu equipo lo permite, aprovechar el año adicional de ESU si estás en Europa y cumples la condición de inicio de sesión, o dar el salto a una alternativa ligera como Linux o Chrome OS Flex. Así evitas quedarte expuesto y alargas la utilidad de tu PC sin sustos.

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