Es posible que a Steve Wozniak le quede cierto resquemor por haber sido desplazado como figura estrella en Apple por el difunto Steve Jobs, y es que cada vez que habla es para criticar algo de la manzana. En el pasado ya sorprendió afirmando que, hoy por hoy, Microsoft es una compañía más innovadora y ahora lo ha vuelto a hacer para ensalzar a Samsung, el rival más odiado (¿y temido?) por los de Cupertino. Es posible también que su opinión no tenga nada que ver con resquemores y sí con una apreciación clara de que Apple ya no innova como antes. No sería el único en pensar de este modo.
Todos sabemos que la manzana tiene a los seguidores más fieles de todo el espectro tecnológico y eso les da algo de margen de maniobra, pero no es menos cierto, según comenta Wozniak, que esa fidelidad se ha granjeado durante años, a base de ofrecer productos sorprendentes y superiores a los de la competencia. Esto forma parte de la mística que conlleva ser un usuario tan vinculado emocionalmente a Apple, así como el hecho de esperar cola para adquirir una máquina excepcional en lo que supone un gran evento global y simultáneo, cosa que las ventas online no favorecen, y que Wozniak echa de menos.
El lanzamiento del iPad mini o el futuro phablet de Apple pueden ser un claro ejemplo de esa falta de innovación a la que Wozniak se refiere. Se trata de productos que, obviamente, marcarán tendencia por ser de la manzana, pero que están demasiado inspirados en los dispositivos de otras firmas. iOS sigue siendo un filón por su magnífica experiencia de usuarios y lo fluido que resulta frente a otros sistemas, pero también en cuanto al hardware la manzana adolece de ciertas limitaciones al mostrarse dependiente de quienes fabrican muchos de sus componentes.
Fuente: AppleZona.
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