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La Mi Pad 4 aprueba con nota en rendimiento con juegos
Para valorar lo que puede dar de sí o no una tablet (o cualquier otro tipo de dispositivo), nada mejor que echarle un vistazo en directo a una prueba real de uso, algo que se aplica especialmente bien a la cuestión del rendimiento con juegos: nada mejor que ver qué tal se las apaña corriendo una colección lo suficientemente amplia de títulos de nivel gráfico alto.
Esto es lo que hace exactamente este vídeo y no hay muchas pegas que ponerle a la muestra seleccionada, que incluye títulos como PUBG, Darkness Rises, Vainglory, HIT, Lineage II, Shadowgun legends, Asphalt, Shadow Fight 3… No todos, claro, pero una buena parte de los títulos que se os puedan ocurrir y que os dejen con dudas de si superarán o no la capacidad de la Mi Pad 4 forman parte del test.
Y, como podéis comprobar, la tablet de Xiaomi lo pasa sin demasiados problemas: es cierto que en algún momento con alguno de ellos se puede apreciar algo de lag, pero es mínimo realmente, nada que pueda afectar seriamente a la jugabilidad, y eso que en la mayoría de los casos la configuración está para los niveles de gráficos más altos. Se confirman, por tanto, las buenas impresiones que nos dejó en un primer momento con una prueba más breve.
La Mi Pad 4 se confirma como una de las mejores tablets de gama media del momento
Es cierto que le faltan algunos detalles como para poder considerarla una tablet al nivel de las mejores de la gama alta, sobre todo en el apartado multimedia y más concretamente en lo que hace a la resolución de la pantalla, pero no hay ninguna duda de que es una gran tablet de gama media y sus virtudes pueden ser suficientes como para plantearse si nos merece la pena invertir mucho más.
El rendimiento que le da el Snapdragon 660 tiene buena parte de la culpa, pero también tiene a su favor un diseño bastante cuidado, una pantalla con gran calidad de imagen (incluso si se queda en resolución Full HD), un sonido muy por encima de la media de las tablets de su rango de precios y el llegar con Android Oreo, además de ser una de las pocas tablets chinas (y no chinas) con cierta probabilidad de actualizarse un mínimo en el futuro (de momento tenemos la posibilidad de instalar ya la beta global de MIUI 10).
El problema, como ya hemos comentado, es que por el momento hay aún muy poca disponibilidad y eso hace que los precios estén todavía por encima de lo que parece razonable. A medida que Xiaomi vaya lanzando nuevas tandas, no obstante, irán bajando, así que la clave está en tener un poco de paciencia. Con algo de suerte quizá os podamos acabar dando incluso la noticia de que se pone a la venta directamente en España.
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