Llegan los informes de adopción de Android del mes de agosto y lo más notable en ellos probablemente sea el inmovilismo. En relación al mes pasado, Marshmallow escala menos de dos puntos porcentuales, cuando debería estar en plena expansión. De hecho, este es el único cambio medianamente sensible registrado en plataforma, pues Lollipop apenas se mueve y las versiones anteriores (excepto Kitkat) se mantienen en sus trece.
Una cuestión realmente recurrente a la hora de llevar a cabo análisis como el que nos puede suscitar el informe de este mes, es que Google impone un ritmo de actualizaciones que pocos pueden seguir; incluso muchas veces por una mera cuestión de estrategia comercial. Un claro ejemplo de ello es el Galaxy Note 7, presentado ayer con Android Marshmallow y a pocos días de lanzamiento oficial de Nougat. En cambio el LG V20 jugará la baza de llegar plenamente actualizado. La decisión aquí es clara: Samsung busca destacarse frente el iPhone 7 anticipándose, mientras que LG aspira a arañarle algún usuario al Note 7 entre los fan de Android.
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A la espera de Nougat, Marshmallow parece haber tocado techo
La velocidad de adopción de Marshmallow para encontrarse en la fase en la que se encuentra es realmente lenta y eso que a Nougat se le espera en tan sólo unos días, algo que, sin duda, cortará su evolución. Lógicamente al decir que Android 7 lastrará la proyección de Android 6, no nos referimos a los buques insignia de las grandes marcas, sino más bien a gamas medias tanto de firmas importantes como de compañías intermedias, y es que resulta muy comprensible que no se inviertan esfuerzos en actualizar un sistema operativo cuando aún así no es posible salir de una espiral de obsolescencia.
Al final parece que Android Marshmallow se va a quedar como cuarta fuerza por detrás de Lollipop (que si tuvo un despliegue bastante más efectivo), Kitkat e incluso Jelly Bean.
Actualizaciones de seguridad: lo que los informes no dicen
La cuestión que señalamos se agudiza aún más si tenemos en cuenta este otro factor. Realmente hemos pasado años sin recibir actualizaciones de seguridad de continuo y, personalmente, jamás he conocido un caso de alguien directo que sufriera algún percance relacionado con este aspecto. Aún así, Google ha diseñado un programa de parches que se despliega mes a mes y que tan sólo una firma como Samsung (es decir, el fabricante más importante del segmento) es capaz de emular.
Si uno tiene una Pixel C o un Galaxy S7 Edge, es algo que no hace ningún daño e incluso llega a reconfortar. Sin embargo, ¿En qué medida no se está creando una brecha entre marcas? De hecho, ya hemos leído por ahí algún artículo bastante absurdo recomendando comprar sólo terminales Nexus o Galaxy.