Desde principios de año ya se venía rumoreando que LG preparaba una tableta compacta para lanzar, más tarde o más temprano, a lo largo de 2013. Dadas sus buenas relaciones con Google, pensamos incluso en la opción de que la firma surcoreana se ocupara de fabricar un Nexus 8. Finalmente, recibimos esta LG G Pad 8.3 con muchas expectativas; y nos hemos encontrado con una tablet bien diseñada que, a su vez, exhibe excelentes prestaciones. Veámosla más de cerca.
A diferencia de Samsung que suele optar por diversificar hasta el límite y más allá, tanto en smartphones como en tablets, la G Pad 8.3 de LG es un dispositivo a medio camino entre distintos conceptos. Tiene el tamaño más grande entre las compactas, 8,3 pulgadas y está pensada para utilizarse indistintamente en formato apaisado o en modo retrato, convirtiéndose en un equipo capaz de cubrir diferentes necesidades con bastante solvencia.
Diseño y aspecto exterior
LG no suele decepcionar en este apartado. Sus equipos son estilosos y con un diseño cuidado, a veces incluso bastante innovador, como hemos podido apreciar con el LG G2 y sus botones en la cubierta trasera, o en el G Flex, uno de los primeros terminales con pantalla curvada del mercado.
En el caso de la G Pad 8.3, la tablet muestra grandes similitudes con el que es en estos momentos el buque insignia de la firma, el G2, sobre todo en la parte frontal. Casi podríamos decir que su aspecto es el de un teléfono de 8,3 pulgadas. No obstante, en zona trasera el acabado (en aluminio) es incluso mejor, sobre todo para aquellos aprecien la nobleza de ciertos materiales. La nueva tablet de LG tiene un aire premium bastante marcado y aunque no alcanza la excelencia del iPad mini, está muy por encima de la media en este sentido.
También debemos precisar que el equipo está a la venta en dos colores, blanco y negro.
Dimensiones
Al tener más de 8 pulgadas, lógicamente, sus dimensiones son superiores a las de otros tablets de su rango como el Kindle Fire HDX o el Nexus 7 2013, pero aún así los marcos muestran el tamaño mínimo indispensable para poderse con agarrar comodidad en modo paisaje. Las dimensiones de la G Pad 8.3 son 21,7 cm x 12,6 cm x 8,3 mm y su peso es de 338 gramos.
Es una tableta muy ligera y manejable, además su grosor es realmente reducido. Se nota al tenerla entre manos que estamos ante un equipo ajustado en medidas y bien diseñado, tanto en su uso horizontal como vertical, pudiéndose sujetar con una o dos manos indistintamente.
Controles y componentes externos
De cualquier manera, si tomamos como referencia el logo de LG en la parte frontal, podemos determinar que el dispositivo, de primeras, está diseñado para usarse en posición retrato, como la mayoría de las tablets Android de 7 u 8 pulgadas. Sin embargo, nos encontramos ante uno los mejores diseños que hemos visto en equipo así para disfrutar de los dos formatos, a lo ancho y a lo largo.
En zona la delantera de la tableta nos encontramos sólo con el logo de la firma y con la cámara frontal. Por lo demás, no hay ningún tipo de botón físico, y los controles principales aparecen integrados en la interfaz como una barra de navegación inferior.
En el perfil derecho tenemos los botones para encender / apagar / bloquear el dispositivo y el control del volumen. El perfil izquierdo aparece limpio por completo.
En el perfil superior tenemos una pestaña para insertar tarjetas Micro SD y un puerto para los auriculares, además de un pequeño micrófono.
En el perfil inferior encontramos un puerto Micro USB para cargar la tableta y otro micrófono aún más pequeño.
La cubierta trasera tiene dos zonas, en los extremos superior e inferior, el acabado es un plástico, mientras que en la parte central tenemos aluminio.
La cámara principal está colocada arriba a la izquierda y tenemos dos altavoces que rendirán al máximo cuanto tengamos la tableta en posición horizontal, puesto que así quedará uno a cada lado. Se trata de un acierto evidente en el diseño de LG, ya que cuando más partido necesitamos sacar al audio es cuando realizamos una tarea multimedia y éstas casi siempre suelen llevarse a cabo con la tablet en horizontal.
Pantalla y multimedia
LG es una potencia mundial en la fabricación de pantallas y televisiones, y se nota su mano en esta tableta, sin duda. La G Pad monta una LCD IPS capacitiva, con un gran brillo y con colores realistas. La resolución del dispositivo es full HD, alcanzando los 1920×1200 píxeles, lo cual, en una pantalla de 8,3 pulgadas da como resultado una tasa de 273 ppp.
Nos encontramos quizá con un nivel de reflejos algo mayor de lo esperado, aún así los ángulos de visión son muy buenos, y la nitidez y el brillo realmente destacables. La relación de aspecto 16:10 queda perfecta y no resulta para nada alargada en ninguna de sus posiciones posibles. Como decimos, su panel es ideal para mostrar aplicaciones tanto de telefono como de tablet de 10 pulgadas.
El sonido de la G Pad es muy bueno. Si tuviéramos que establecer un ranking con las tabletas que hemos estado probando últimamente, quizá tan sólo las Surface y el Kindle Fire HDX estarían por delante. El doble altavoz proporciona un audio bastante claro y definido, pero aún así está un escalón por debajo de estos otros dos equipos.
Sistema operativo y capa de software
Es un aspecto algo controvertido en los últimos dispositivos de LG. Para empezar, la firma surcoreana no se ha labrado muy buena reputación a la hora de actualizar sus terminales con las últimas versiones de Android; parece, no obstante, que con el G2 las cosas pueden cambiar y que la maquinaria ya se ha puesto en marcha para llevar Kitkat lo antes posible al buque insignia de la compañía. La G Pad, por su parte, viene con Android 4.2.2, pero todavía no se ha hablado de novedades al respecto.
Por otro lado, y al igual que ocurre con Samsung, los equipos de LG suelen incluir mucho software propio, lo que puede crear cierto rechazo en los fans del Android “puro”. Esta firma trata de dar la impresión de sostener un ecosistema con una importante cantidad de funciones y aplicaciones exclusivas, pero no siempre resultan igual de útiles u oportunas. Este es un poco el resumen de la capa de personalización de la G Pad. La cantidad de opciones es realmente abrumadora pero, ¿no sería mejor dejar que el usuario pudiera bajar de la Play Store (o incluso de una tienda propia de LG) sólo aquellas cosas que le resultan interesantes para no saturar en exceso los menús? Nosotros pensamos que quizá sí.
Aún así, hemos de decir que los algunos pequeños detalles de la tablet brillan y nos encantan, por ejemplo, los efectos al eliminar una aplicación o al conectar el USB para cargar el equipo son realmente “chulos” y le dan una personalidad especial a la interfaz.
Hay otras cosas que, sinceramente, nos parece que sobran. Por ejemplo, si desde la pantalla de inicio nos desplazamos un par de pantallas hacia la derecha, nos encontramos con una especie de panel en el que se dan detalles acerca de las funciones de la tableta y aporta enlaces a vídeos de YouTube para aprender su funcionamiento. Si hay elementos en un sistema tan poco intuitivo que necesitan integrar una especie de manual dentro del equipo para enseñar al usuario cómo funcionan, y no vale con un simple icono de ayuda, es que algo no ha quedado bien del todo. Al menos esa es nuestra opinión.
Otro ejemplo: el sistema para utilizar la multitarea es muy incómodo y confuso. Uno puede pensar que el icono con tres líneas horizontales de la barra de navegación sirve para sacar las aplicaciones que tenemos activas, pero nada más lejos. Para guardar una aplicación en la multitarea tenemos que deslizar hacia la izquierda con tres dedos, y para recuperarla lo mismo pero hacia la derecha. No nos tenemos por usuarios especialmente torpes y aún así, nos ha costado bastante entender este sistema y, sobre todo, comprender qué necesidad había de sustituir al habitual.
Bien es cierto que la tablet cuenta con otros servicios y aplicaciones que son interesantes. Por ejemplo, tenemos un buen editor de vídeo, una app interesante para tomar notas, Life Square (compila la actividad en las redes sociales y la guarda junto con nuestras notas, calendario, vídeos y fotos para hacer una especie de diario multimedia), la suite Polaris Office o QPair, para hacer que las notificaciones de nuestro teléfono lleguen a la G Pad, algo que resulta especialmente interesante si andamos en casa trasteando con la tablet y tenemos el terminal algo descuidado.
Rendimiento
La LG G Pad 8.3 no monta el procesador más potente de su generación. LG ha optado por un Snapdragon 600, suponemos que para rebajar el coste de su fabricación, o simplemente porque el lanzamiento comercial del dispositivo se retrasó. De cualquier manera, nos encontramos ante un equipo sorprendentemente fluido, a pesar de cargar con una pesada capa de software. El control táctil es fluido y los efectos sonoros y visuales que LG ha integrado en los menús dan una sensación de responsividad muy buena.
Como decimos, la G Pad lleva en sus entrañas un Snapdragon 600, el mismo procesador que el Galaxy S4 o el HTC One, una máquina de 4 núcleos con una frecuencia de 1,7 GHz, acompañados de 2GB de memoria RAM.
En los test de AnTuTu que hemos realizado con el equipo, éste ha conseguido una marca de 24.190 puntos, en la línea de los dispositivos con el mismo procesador, mientras que en Quadrant ha logrado 12.008 puntos. En la segunda prueba se nota la diferencia con el Kindle Fire HDX que, con el Snapdragon 800, superó los 19.000 puntos, pero también con el Nexus 7 2013 que sólo pudo llegar a los 4.600 con el Snapdragon S4 Pro. Así pues, lo resultados son bastante coherentes con las capacidades del chip que mueve a la tableta.
Memoria y almacenamiento
El dispositivo sólo cuenta con una variante de 16 GB, sin embargo, como hemos visto en uno de los apartados anteriores, tenemos la posibilidad de utilizar tarjetas de memoria externa de hasta 64 GB.
Eso sí, la densa capa de software hace que sólo tengamos disponibles unos 10 GB de memoria interna real para nuestro uso. No es demasiado, pero la opción de contar con una tarjeta de memoria desahoga un poco es esta cuestión.
Además, la G Pad trae preinstalada la aplicación Box que nos ofrece 10GB de almacenamiento virtual gratuito.
Conectividad
La tablet cuenta con conexión WiFi de banda dual 802.11, pero se echa de menos una versión en 3G o incluso 4G.
También disponemos de DLNA para conectar la tablet con Smart TV y otros equipos que soporten este tipo de conectividad.
Autonomía
La LG G Pad 8.3 tiene una batería con 4.300 mAh de capacidad, y realmente sorprende un componente de esa talla en una tablet de grosor tan reducido. Calculamos unas 10 horas de autonomía entre carga y carga, en condiciones normales y con un nivel de brillo medio.
El sistema además permite diferentes configuraciones para regular el consumo e incluye un modo “ahorro de energía”. Además, nos ofrece un menú con sugerencias para gestionar mejor la energía, que siempre son útiles si nos quedamos justos.
Cámara
La cámara principal de la tableta tiene 5 Mpx y una calidad bastante buena. A continuación podéis ver una imagen capturada con luz natural en exteriores:
Aquí un vídeo en idénticas condiciones (tened en cuenta que YouTube utiliza un formato comprimido y que, en consecuencia, ha perdido calidad):
El problema es que no tiene flash y las fotos en interiores pierden bastante nitidez. Aún así, la calidad sigue siendo razonablemente buena:
La app de la cámara, además, cuenta con una buena variedad de modos de disparo: Normal, Tono dinámico, Panorama, VR Panorama (parecido al PhotoSphere), Disparo continuado, Disparo retocado, Disparo retroactivo, Deportes y Noche.
También tenemos otro tipo de ajustes: podemos sacar fotos con la voz, diciendo una palabra clave, aplicar efectos de color, modificar el brillo y el balance de blancos. Disponemos, además, de un temporizador. En definitiva, a nivel de software la cámara de la LG G Pad 8.3 está muy bien dotada.
La cámara delantera tiene 1,3 píxeles y es capaz de captar imágenes a 720p; una herramienta en buenas condiciones para video-chats.
Precio y valoración final
Con todo lo que ofrece esta tableta, creemos que estamos ante un producto con una gran relación calidad precio. La única variante disponible se vende por 300 euros y es una excelente alternativa a equipos como el Nexus 7 2013, teniendo en cuenta su mayor tamaño de pantalla y que su procesador es notablemente más potente.
El punto débil de equipo, como os podréis imaginar si habéis leído el análisis al completo, lo encontramos en su sistema operativo, a veces demasiado confuso, engorroso y recargado. Una pena, porque además, sabemos que el desarrollarlo lleva tiempo, dinero y esfuerzo, sin embargo, los resultados no llegan a ser del todo satisfactorios.
Lo que más nos gusta de la tablet es su diseño, a medio caballo entre las 7 y las 10 pulgadas, puede hacer de lo uno y de lo otro, ofreciendo gran versatilidad. El acabado en aluminio da sensación de muy buena calidad, la pantalla tiene un gran brillo y nitidez y el sonido es de 9 sobre 10. Además, hay algunas que otras funciones que sí nos resultan atractivas, especialmente los efectos visuales al realizar tareas sencillas.