La ATIV Smart PC fue una de las primeras tabletas convertibles con Windows 8 en aparecer en el mercado. Tuvo su puesta de largo durante el IFA de Berlín del año 2012, donde se presentó junto a la ATIV tab, un equipo con la versión RT del sistema operativo de Microsoft que sufrió bastante peor suerte, y ya se ha dejado de vender en varios mercados. Como características especiales cuenta con un teclado y un stylus que son tal vez la mayor seña de identidad de este dispositivo.
La tableta debe encuadrarse en un rango de dispositivos al que también pertenecen la Surface Pro, la Acer Iconia W700 o la Asus Vivo Tab, todos ellos equipos que han supuesto la primera traducción del sistema operativo de escritorio de Microsoft al ámbito de las tabletas. Hay que tener en cuenta, por tanto, que todos ellas nos permiten correr cualquier programa de Windows por pesados que sean, así que no debemos esperar la misma portabilidad de otras tablets más ligeras.
Dejando a un lado estos condicionantes, la ATIV Smart PC ofrece unas proporciones razonables en cuanto a grosor. Con su teclado que, a la vez, es una protección para la pantalla, la tableta es fácilmente transportable no siendo más voluminosa que cualquier ultrabook. Como tableta, presenta unas dimensiones algo más amplias que el estándar de las 10 pulgadas, y aun así, no encontramos unas diferencias demasiado acusadas con, por ejemplo, la Galaxy Note 10.1.
Aspecto exterior
Como resulta habitual en Samung, la ATIV Smart está fabricada con plástico, aunque su color en esta ocasión es un gris azulado jaspeado (ya lo hemos visto en otros dispositivo de la firma anteriormente), y no contamos con el blanco habitual de la gama Galaxy. El teclado va a juego y es también de plástico, aunque más duro. El dock, es decir la parte en que conectan teclado y tablet, es, en cambio, de aluminio.
Ciertamente, el material parece inmune a los rayones y recibirá con mejor empaque los inevitables golpes que la ATIV está destinada a recibir como consecuencia natural de su uso. Eso supone una ventaja con respecto a otros equipos, pero obviamente no se aprecia una construcción premium. En este sentido, los más preocupados por cuestiones de diseño apreciarán en mayor medida la propuesta de Asus, con la Vivo Tab, o de Microsoft, con Surface.
Dimensiones
Como hemos comentado previamente, las medidas del aparato no nos resultan en absoluto excesivas, más bien todo lo contrario si tenemos en cuenta la pesada carga de software que es capaz de soportar.
La medidas de la ATIV son 30,4 cm x 18.9 cm x 9,9 mm y pesa 744 gramos. Hay que tener en cuenta que, a pesar de no ser un equipo muy delgado, sí lo es más que determinadas tabletas compactas como el Nexus 7 (10,45 mm) o el Kindle Fire HD (10,3 mm) y resulta perfectamente cómoda para usarse sin el teclado, tirados en el sofá, aunque tal vez no sea la mejor opción para llevar en el metro o en el autobús. Asimismo, tiene el tamaño idóneo para funcionar también como ultrabook. El teclado ofrece suficiente espacio entre las letras para propiciar una escritura cómoda; de hecho, estas líneas están siendo escritas con él y la experiencia está siendo muy satisfactoria.
Controles y componentes externos
La tableta está pensada para emplearse principalmente en modo paisaje, aunque podemos utilizarla también en posición retrato sin ningún tipo de problema. Eso sí, el formato hace que la pantalla pantalla sea un poco alargada para este tipo de posición y no resulte algo muy natural.
En la parte frontal encontramos a los lados dos altavoces, algo característico de las tabletas de Samsung. Arriba tenemos la cámara delantera y en la parte de abajo el botón físico para volver a la pantalla de inicio de la interfaz metro.
En el perfil superior encontramos diferentes puertos y conectores, para auriculares y micrófono, un botón para encender, apagar y bloquear el equipo, otro para bloquear la pantalla en modo retrato o paisaje, un puerto USB y una ranura para tarjetas micro SD.
En el perfil izquierdo hay un control para subir y bajar el volumen y una conexión micro HDMI.
El perfil derecho está totalmente limpio.
Finalmente, en el perfil inferior está el conector para unir y sujetar la tableta al teclado. Algo que hemos notado, y no es totalmente de nuestro agrado, es la limitación del ángulo a la hora de colocar la pantalla conforme a nuestra posición. El dock da poco de sí en este aspecto.
En la zona trasera tenemos la cámara principal de la tableta, el flash y también encontramos la apertura para el pen.
Por su parte, el teclado tiene un buen tamaño para proporcionar una escritura cómoda, pero el trackpad es algo impreciso. La parte positiva es que también en este accesorio disponemos de un par de puertos USB por lo que podremos incluso conectar un ratón para suplirlo, si en un momento dado nos viene bien.
Pantalla
La pantalla es una LED de 11’6 pulgadas que destaca por su buena calidad en líneas generales: tiene potentes ángulos de visión, emite una luz con buen brillo y la imagen resulta bastante nítida. Eso sí, su resolución, aunque en consonancia con la mayoría de equipos similares, no está al nivel de las mejores tabletas Android, del iPad o incluso de la Surface Pro, con sólo 1366×768 píxeles (135 puntos por pulgada).
Aún así, como decimos, la imagen que recibimos es perfecta a la distancia a la que uno debe ponerse para observar un panel de más de 11 pulgadas. La ATIV ofrece buen rendimiento con cualquier tipo de luz ambiental, incluso si utilizamos la tableta en exteriores. En tal apartado el equipo se muestra excelente.
Interfaz / Sistema operativo
La ATIV Smart cuenta con dos posibles formas de uso, una basada en la interfaz metro y el control táctil y otra basada en el escritorio tradicional de Windows. Hay que tener en cuenta que la versión completa de sistema operativo nos permitirá correr todos los programas de Windows 8 en el equipo, por supuesto también Microsoft Office, así que estamos ante una tableta bien surtida para llevar a cabo tareas productivas.
Por otro lado, debemos que reconocer que la interfaz basada en el mosaico resulta atractiva y su experiencia con los tiles mostrando información sincronizada directamente de la red, nos gusta mucho. Incluso hay rumores de que poco a poco otros sistemas de la competencia van a ir integrando algunas características de este Windows.
No obstante, no nos ha parecido que la experiencia en ambas interfaces esté del todo bien integrada, más bien lo contrario. Se nota una fractura muy grande dentro del sistema, sobre todo cuando queremos hacer una tarea en una interfaz y nos lleva directamente a la otra. En este sentido, Microsoft tiene trabajo por hacer para trazar puentes entre sus dos tipos de escritorio que no supongan un salto tan abrupto.
Entendemos que esta salvedad forma parte de inercias de un sistema operativo muy adaptado al entorno del PC que se ha visto obligado a evolucionar rápidamente hacia formatos más visuales e interactivos de presentar una pantalla de inicio, y da la impresión de que esa presentación es un poco superficial, ya que cuando tratas de ahondar en alguna faceta del equipo, éste acaba recurriendo a la organización de siempre.
Está claro, además, que Windows 8 en modo tablet no ofrece las mismas aplicaciones que sus competidores Android o iOS. Si consideramos el ámbito productivo, el sistema tiene, casi seguro, más potencial que ningún otro. Sin embargo una tableta no es sólo trabajo, puesto que para eso ya están los ordenadores de toda la vida. Por así decirlo, en su vertiente “tablet”, si tenemos en cuenta la cantidad de aplicaciones optimizadas con las que cuentan otras plataformas, Windows 8 aún está varios pasos por detrás. Eso no quiere decir que no tenga futuro, Microsoft es un gigante de la informática y se podrá al nivel de la competencia, pero por ahora acumula cierto retraso.
De cualquier forma, esperamos mejoras muy pronto puesto que Windows 8.1, una actualización gratuita del sistema que se perfila para principios del verano y que vendrá a conciliar en mayor medida las dos vertientes de este tipo de convertible.
A pesar de que contamos con una buena cantidad de métodos de ‘input’ (trackpad, pantalla, stylus, teclado, ratón) no todos ellos son siempre igual de eficientes. Por ejemplo, es prácticamente imposible sacar el menú de la derecha en el sistema metro si no deslizamos con el dedo o al menos con el puntero, aunque sea difícil no acabar tocando en algún punto indeseado.
Por último, aunque la unidad de prueba que se nos ha facilitado no las tuviera, la ATIV Smart PC viene de fábrica con algunas aplicaciones exclusivas, tres de ellas gentileza de Samsung: S Note, S Player y S Gallery. Probablemente éstas son en las que más partido podemos sacar al S Pen. La información al respecto la hemos encontrado en la página de Samsung.
Rendimiento
Esta tableta monta en su interior un procesador Intel ATOM Z2760 a 1,5GHz y su GPU es una Intel Media Graphics Accelerator. Además, cuenta con 2GB de memoria RAM. Cierto es que hay otros dispositivos dentro de su rango más potentes, como Surface Pro, sin embargo, cumple a la perfección con su cometido, ofreciendo la potencia suficiente como para mover cualquier programa.
En algunas ocasiones puede sufrir un poco para trabajar de manera fluida y bajar las actualizaciones es algo realmente tedioso. También hemos asistido a algún que otro «cuelgue» esporádico. Pero en términos generales, el equipo responde con extrema suavidad al control táctil y la experiencia ha sido francamente buena en este sentido. Además, la tableta arranca con extrema rapidez, en unos 12 segundos pasamos de encender el equipo a poder empezar a navegar por el escritorio.
Capacidad de almacenamiento
La ATIV Smart PC ofrece 64GB iniciales que se quedan en 51,4GB a los que hay que restar unos 13 de Windows 8, por lo que en definitiva nos quedan unos 38GB de almacenamiento útiles.
Además, el equipo cuenta con una ranura para tarjetas micro SD gracias a la cual podemos sumar 64GB de memoria. También tenemos el servicio SkyDrive preinstalado para añadir almacenamiento virtual
Conectividad
Esta tableta sólo puede conectar a la red a través de WiFi. Además tiene Bluetooth 4.0, USB 2.0, Micro HDMI, el puerto dock y la salida de los auriculares.
Autonomía
La batería de la ATIV no es de las más potentes de su rango, cuenta con 4.080 mAh, aunque ofrece una carga extra cuando incorporamos el teclado que puede hacerle durar (según Samsung) unas 10 horas. Creemos que la cifra es bastante acertada, ese es el tiempo de uso que nosotros hemos podido disfrutar de ella antes de necesitar recargala, lo que no está nada mal si lo comparamos con la Surface Pro, que en este apartado sí que sufre bastante más.
Cámaras
La tablet cuenta con dos cámaras, frontal y trasera. La trasera tiene un sensor de 8 MPx y hace fotografías de buena calidad, de hecho es una de las mejores cámaras que hemos probado hasta ahora, puede grabar vídeo e incorpora un flash. Sin embargo, en lo que respecta al software, ofrece sólo funciones muy básicas. Un lástima porque, aunque la cámara de una tableta normalmente no sirva para mucho, está tiene una calidad cercana a la de varios teléfonos y podría dar bastante más de sí.
La delantera sirve simplemente para hacer videollamadas y aún así también tiene buena calidad si pensamos sólo en realizar ese tipo de tarea con ella. 2 MPx es lo máximo que vemos en una cámara frontal en tablets y hay que tener en cuenta que muchos equipos similares ofrecen sólo 1 MPx o incluso menos.
En definitiva, la ATIV en este apartado cuenta con una buena tecnología base, pero también con un software algo limitado para sacar partido de ella.
Valoración Final
Es importante mirar a la ATIV Smart PC en perspectiva. A día de hoy es un equipo caro que ronda los 700 euros, y nos vamos a encontrar con unas características que nos permitirán, principalmente, llevar a cabo tareas productivas. Es decir, ofrece muchas más cosas como ultrabook que como tablet y en este sentido no es diferente a los sistemas informáticos de escritorio que ya conocemos, salvo, tal vez, por su mayor portabilidad. Windows 8.1 promete traer mejoras en su dimensión tablet, pero aún está por ver.
Lo que menos nos gusta de esta tableta es tal vez su rudimentaria integración entre tablet y PC en lo que respecta al sistema operativo. A veces te lleva de un escritorio a otro sin que puedas elegir donde quieres trabajar, mientras que la mayoría de funciones más complejas no están implementadas para la interfaz metro. Si uno quiere, básicamente, un dispositivo para el entretenimiento y le atraen las aplicaciones que a día de hoy están creciendo como la espuma en iOS y Android, esta tableta no es una buena recomendación.
Sin embargo, si lo que más te interesa es tener un dispositivo profesional que también se pueda utilizar cómodamente en un sofá para, en los ratos de ocio, echar una partida a algún que otro juego, gestionar las redes sociales, leer noticias, compartir fotos, o ver películas, la ATIV cumple a la perfección. Su potencial a la hora de trabajar y la posibilidad de utilizar diferentes métodos para introducir datos (teclado, Stylus, pantalla táctil, etc) son los aspectos que más nos atraen de ella.
Por otro lado, reconocemos que la interfaz con el mosaico tiene un potencial enorme y su modo de mostrar la información de forma actualizada nos ha convencido de pleno. Cuando todo el sistema esté más maduro, va a ser un competidor excepcional, sobre todo con respecto a iOS que con su escritorio totalmente estático lleva más retraso en este terreno.