El pasado septiembre, en los prolegómenos del IFA de Berlín, Toshiba dio a conocer la primera tablet mini con Windows 8.1. Hasta ese momento hubo intentos de otras compañías, principalmente Acer, por conquistar el terreno de las compactas con el sistema operativo de Microsoft, pero ninguno de los dispositivos consiguió demasiada repercusión. La Toshiba Encore busca ahora triunfar en un terreno «pantanoso».
La primera hornada de tabletas con Windows no consiguió la atención del público debido a diversos factores. Principalmente, había muy poca variedad en la oferta: eran productos caros y fuertemente orientados al ámbito profesional. Además, la plataforma no contaba con demasiadas aplicaciones para explotar la vertiente tablet y Windows 8 no hacía sino recordar al usuario lo bueno que fue Windows 7.
Gracias a fabricantes que tratan de reciclarse con cierta audacia desde el ámbito del PC como Lenovo, Dell, Asus o Toshiba, sin embargo, el sistema está ganando enteros y el catálogo de dispositivos que podemos adquirir si queremos optar por la plataforma de Microsoft se ha enriquecido mucho en los últimos meses. La tableta que hoy analizamos es un ejemplo bien claro de esta evolución.
Diseño
Estamos ante un equipo capaz de correr la versión completa de Windows 8.1, por lo tanto, no podemos esperar un diseño demasiado ligero. Aún así, pasa por tablet compacta, aunque su volumen sea superior a los dispositivo con Android de un tamaño similar.
El dibujo de la Toshiba Encore es bastante clásico, con un marco negro cercando la pantalla y sumando algún que otro milímetro más en la zona superior e inferior que en los laterales. A su vez, una prolongación de la cubierta trasera llega hasta parte frontal y cubre todo el borde y el lateral de la tablet.
La carcasa está fabricada con plástico gris que trata de emular al aluminio y presenta una superficie rugosa para proporcionar una mejor sujección.
Dimensiones
Las medidas de la tablet son las siguientes: 21,3 cm x 13,6 cm x 10,7 mm y su peso asciende hasta los 450 gramos.
Es un dispositivo manejable a pesar de resultar más pesado que las tabletas con Android de un tamaño similar. Si lo comparamos con el iPad mini, las diferencias son ya abismales.
No obstante, como decimos, el peso y el grosor están más que justificados.
Puertos y componentes externos
A diferencia de otras Windows, el equipo no destaca por disponer de una cantidad demasiado elevada de puertos y conexiones.
En el frontal se ubica el habitual botón de Windows y una cámara en la esquina superior derecha.
En el perfil derecho tenemos los botones físicos para apagar y encender la tableta y para regular su volumen.
En el perfil izquierdo encontramos una ranura para tarjetas Micro SD.
En el perfil superior disponemos de una conexión para los auriculares y el micrófono, un puerto mini HDMI y el puerto de carga Micro USB a través del cual también podremos conectar la tablet a nuestro PC.
La parte posterior queda prácticamente limpia. En ella se sitúa la cámara principal y una inscripción con el logo del fabricante, abajo a la izquierda.
Pantalla y multimedia
La Toshiba Encore no llega a alcanzar los niveles de sus rivales directos en cuanto a resolución quedándose en 1280×800 píxeles. Esta relación nos da a entender que su formato es 16:10, al igual que la mayoría de tablets Android y a diferencia de las Windows de 10 o más pulgadas.
Cierto es que, como decimos, ya hay compactas en Windows con paneles Full HD, sin embargo, en 8 pulgadas una resolución menor no es tan problemático como en una de 10. El problema fundamental del dispositivo en este área son los reflejos: o fijamos el brillo al máximo o con luz natural la visualización es realmente dificultosa.
No obstante, sí podemos sacarle buen partido al dispositivo gracias a su compatibilidad con HDMI. Así pues, si tenemos una televisión a mano, siempre existe la opción conectarla a nuestra tablet y disfrutar de la mejor imagen.
A pesar de que la Encore cuenta con un sistema estéreo Dolby Digital, el sonido se ve un poco limitado por la posición de los altavoces, que alcanzan su mejor rendimiento en modo retrato. Si queremos ver una película y orientamos la tablet en horizontal, el audio nos llega sólo desde un lado. Igualmente, cuando subimos mucho el volumen, notamos cierta distorsión.
Interfaz y sistema operativo
La Toshiba Encore corre la versión completa de Windows 8.1 en una versión exactamente igual que la de otros dispositivos más grandes ¿qué queremos decir con eso? pues que algunos botones en la interfaz moderna se nos hacen pequeños. El tamaño de la letra, si tenemos problemas para ver de cerca, también nos dará problemas.
En el escritorio clásico, como os podréis imaginar, la cosa empeora y no hay dedo capaz de atinar sobre algunos accesos. Estamos seguros de que el Touch Screen Pen de Toshiba mejorará la experiencia, sin embargo, es un accesorio no incluido de fábrica que debe adquirirse por separado.
Sabemos que Microsoft quiere unificar determinados aspectos de su sistema operativo y esperemos que la redimensión automática del SO en función del tamaño del dispositivo sea una de sus prioridades. Estamos seguros de que en este soporte de 8 pulgadas sería bastante más funcional una entorno al estilo Lumia 1520.
Por otro lado, estaría bien que los fabricantes le perdieran el miedo a Windows RT. El sistema ha ganado muchos enteros con la última actualización de Microsoft y ya es plenamente funcional, ofreciendo sus propias versiones de Office y Outlook. La Toshiba Encore puede instalar cualquier programa de escritorio, pero en un dispositivo que viene sin teclado ni stylus y sólo puede utilizar ratones vía USB, el entorno clásico de Windows es prescindible.
Una tableta 100 euros más barata, en el formato portátil (8 pulgadas), con las funciones de Windows Phone, con Office RT y un catálogo creciente de aplicaciones, sería un dispositivo ganador. Da la impresión de que esta tablet tiene mucho más de lo que realmente podemos utilizar con comodidad, y si eso redunda en el precio del equipo, tal vez sea mejor recortar prestaciones.
El sistema trae algunas aplicaciones útiles preinstaladas. Microsoft Office, por supuesto, pero también Xbox SmartGlass, el antivirus McAfee y 90 días de acceso ilimitado a la biblioteca de Xbox Music.
Rendimiento
Obviamente, como tableta y si nos remitimos únicamente al apartados de las apps y juegos “móviles”, este equipo ofrece un rendimiento sencillamente brutal con Intel ATOM Z3740, un quad core a 1,3 GHz más la GPU Intel Gen 7, a los que se suman 2GB de memoria RAM.
Sin embargo, en caso de que quisiéramos sacarle partido como mini PC, el procesador tiene sus limitaciones y le costará bastante mover los juegos o programas exigentes.
Almacenamiento
La capacidad inicial del dispositivo es de 32GB de los cuales nos quedan poco más de 10GB para uso real, tras restar la buena cantidad de espacio que ocupa Windows en su versión “pesada”.
La parte positiva es el podemos hacer uso de tarjetas Micro SD de hasta 64 GB y que con la compra de la Toshiba Encore recibiremos 7GB de almacenamiento gratis en SkyDrive.
Conectividad
La Encore utiliza para conectarse a internet una Wi-Fi 802.11 a, b, g, n. Además, tenemos todas las opciones que hemos ido reseñado a lo largo del análisis: Mini HDMI, Micro USB, GPS para la geolocalización y Bluetooth 4.0.
Autonomía
Los datos oficiales que tenemos con respecto a la batería sólo hacen mención a las 7 horas de reproducción de vídeo.
Por el tiempo que la hemos podido utilizar, le calculamos unas 8 horas en tareas variadas, lo cual no es en absoluto un mal dato. Eso sí, su consumo en “stand-by” es bastante elevado y tarda un poco más que otros dispositivos en recargarse.
Cámara
La cámara principal es uno de los puntos fuertes de la tableta, al ofrecer una resolución bastante avanzada, de 8 Mpx; aunque no cuente con demasiadas opciones de configuración: simplemente un temporizador, una barra para ajustar la exposición y enfoque automático o manual. Aquí tenéis un par de pruebas:
La cámara delantera ofrece 2 Mpx pensados para utilizar con Skype o cualquier otra aplicación que permita video-llamadas.
Precio y consideraciones finales
La Toshiba Encore cuesta 330 euros aproximadamente, es decir, un precio razonable si tenemos en cuenta que estamos adquiriendo una tableta con las potenciales capacidades de PC. Que le saquemos o no el partido como tal, lógicamente, corre de nuestra cuenta.
El dispositivo nos gusta. En general es una propuesta bastante acertada de tablet de 8 pulgadas con Windows 8.1 en su tamaño y peso, aunque vemos apremiante el que Microsoft optimice de mejor forma su sistema operativo para facilitar su uso de este formato mini. De cualquier manera, la posibilidad de llevar siempre encima una herramienta como ésta con Office es algo que ya de por sí a muchos usuarios les merecerá la pena.
Si hablamos de los puntos débiles, la pantalla podría ser un poco mejor, pero la conectividad HDMI compensa esa flaqueza en gran medida. Por otro lado, si Toshiba hubiese incluido un stylus de fábrica, habría sido de agradecer. Siempre es interesante contar con un accesorio físico de input en equipos con una vertiente orientada a la productividad tan clara.