El formato freemium está en auge y prueba de ello es que algunas de las desarrolladoras más importantes están apostando por él como solución para sacar el rendimiento comercial deseado a sus productos. Dentro de este tipo de juegos hay dos títulos que llevan bastante tiempo destacando frente a los demás, tanto por su número de fieles como por sus grandes beneficios: el Candy Crush Saga y el Clash of Clans. Hoy analizamos qué tienen de especial ambos y a qué tipo de jugadores atraen.
Buscando por la red información sobre los freemium, hemos encontrado un interesante artículo que estudia los hábitos y los perfiles de usuario tanto del Candy Crush como del Clash of Clans y los compara entre sí. Los datos que ofrecen pueden ser importantes para entender el tremendo éxito de este tipo de juegos de descarga gratuita con opción de compras in-app.
¿Cuál tiene un mayo número de usuarios?
El estudio se llevó a cabo en 8 países, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Polonia y Turquía. Debemos tener en cuenta que mientras el Candy Crush está disponible en las dos plataformas móviles mayoritarias, al Clash of Clans sólo se puede jugar en iOS, por lo tanto el número de usuarios del primero de los títulos (algo más de 32 millones) es más del doble que el del segundo (algo más de 13 millones).
El Clash of Clash atrae al público masculino
El Clash of Clans es un juego de estrategia al que podríamos comparar con el Age of Empires. Consiste en aumentar el tamaño de nuestra aldea, nuestro poder militar y defensivo, así como nuestra capacidad para generar recursos, y nos ofrece la posibilidad de saquear a otros usuarios para avanzar más en el proceso. Este juego es notablemente más popular entre los hombres que entre las mujeres (77% – 23%) y sus jugadores son más intensivos que casuales.
El Candy Crash, un juego más «casual»
Por su parte, el Candy Crash es asimilable al típico Tetris, un rompecabezas con distintos aunque con diferentes tipos de retos, y su público es mayoritariamente femenino (60% – 40%). Como es de esperar, el juego en este caso es mucho más «casual», quiere decir que se juega en mayor medida cuando se tienen ratos libres, y no ocupa una parte central del ocio, algo que sí ocurre en el Clash of Clans; eso hace que sus jugadores no sean tan propensos a gastar dinero en facilidades para aumentar de nivel.
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