Durante la celebración de las primeras citas tecnológicas de este año, pudimos ver como a la realidad virtual, se sumaba una nueva tendencia que pretendía definir el futuro de los smartphones a corto plazo: Los dispositivos modulares. Con la separación de los terminales en diferentes partes que podrían intercambiarse libremente, al menos, en teoría, se abría un nuevo camino tanto para fabricantes como para usuarios, que ahora tendrían la oportunidad de personalizar al máximo sus phablets no solo desde el punto de vista de las carcasas, sino también, con otros componentes como las cámaras o las memorias. Con estos nuevos formatos, se pretendía dar más protagonismo a una masa de consumidores que en pocos años, se ha convertido en algo totalmente heterogéneo.
La surcoreana LG se erigió rápidamente como una de las primeras compañías en experimentar con estos soportes y decidió lanzar modelos como el G5. Sin embargo, la expectación causada por este modelo no se tradujo en una buena acogida entre el público, y esto ha llevado a la tecnológica asiática a abandonar sus proyectos de smartphones desmontables al menos por el momento siguiendo la estela de otras como Google, que también decidió cancelar sus trabajos en este campo bajo el paraguas de Project Ara. ¿Cuáles son las causas? Uno de los factores que han influido en esta medida podría venir desde China.
1. Falta de atractivo
Una de las razones por las que LG ha decidido abandonar la creación de terminales modulares al menos por ahora, es el hecho de que esta tendencia, aún es algo experimental en lo que muy pocas tecnológicas han querido adentrarse. En electrónica de consumo, al igual que en otros campos como la economía real, la estabilidad es un valor añadido y actualmente, las apuestas más arriesgadas de las diferentes compañías pasan por la incorporación de pequeños elementos como las cámaras duales que sí están teniendo un mayor éxito. Los fabricantes prefieren la incorporación de tendencias de manera lenta y gradual.
2. Coste elevado
A la falta de interés de las firmas, se añade un componente que repercute directamente en los consumidores. Como hemos mencionado en otras ocasiones, los usuarios son los que indirectamente acaban garantizando el éxito o conduciendo al fracaso a los diferentes terminales. En el caso de los dispositivos modulares, el mayor inconveniente estaba por un lado, en una oferta limitada de los componentes y por otro, por su alto precio, que en el caso de la phablet de LG oscilaba entre los 100 y los 300 euros.
3. Falta de funcionalidad
Al tratarse de algo que aún estaba en una fase de desarrollo e implantación temprana, existían algunos fallos importantes que restaban aún más atractivo a los módulos. En el caso del LG G5, el principal inconveniente reportado por los usuarios, era el hecho de que para añadir o desmontar cada componente, era necesario apagar y reiniciar completamente el terminal, lo que ocasionaba pérdidas de tiempo importantes para un público que está acostumbrado a la inmediatez en todos los aspectos. Por otro lado, la carga con los diferentes elementos podía llegar a ser tediosa.
4. Oferta limitada
Aunque desde la compañia surcoreana aseguraron desde la introducción de los módulos aproximadamente en febrero, que en poco tiempo, los usuarios contarían con una mayor cantidad de elementos para añadir, la realidad fue totalmente distinta. LG solamente lanzó unos auriculares, una cámara y unas gafas de realidad virtual compatibles con el G5. Desde la firma también afirmaban que trabajarían con otros fabricantes para aumentar la oferta de componentes y consolidar con más fuerza los terminales. Sin embargo, como recordamos unas líneas más arriba, en un contexto complejo marcado por la incertidumbre, los diferentes actores no quieren arriesgar.
5. Una vez más, China
Parece que el gigante asiático está presente con más fuerza en diversos campos, entre ellos, el tecnológico. Como hemos recordado en otras ocasiones, en el ránking de las 10 compañías con más implantación a escala mundial, más de la mitad ya son del país de la Gran Muralla. Su entrada ha sido tan potente que LG, que antes se encontraba en la mitad superior, ahora ha bajado algunas posiciones. Esto ha dado como resultado que las ventas de los terminales de la compañía hayan sido menores de lo previsto.
¿Y ahora qué?
El G5 pretendía ser la punta de lanza de una nueva generación de smartphones procedentes de LG que buscaban revolucionar el mercado. Sin embargo, con la presentación y la venta en los próximos días de una de las joyas de la corona de la firma, el V20, la tecnológica ha dado un paso atrás al lanzar una phablet en sentido estricto de la que anteriormente os ofrecimos algunas de sus características más destacadas.
Actualmente parece que únicamente Motorola es la que apuesta por la creación de dispositivos cuyas partes son intercambiables. ¿Pensáis que este formato podría tener éxito en unos años o sin embargo, creéis que actualmente, las exigencias de los usuarios van enfocadas hacia la mejora de otras prestaciones y que en el corto plazo, seguiremos asistiendo al lanzamiento de modelos tradicionales? Tenéis disponible más información relacionada como por ejemplo, la cancelación de Project Ara y sus razones para que podáis opinar vosotros mismos.