A pesar de no tuvimos ocasión de conocer ningún nuevo Nexus, los de Mountain View no nos dejaron con la manos vacías en lo que respecta al hardware en su último evento para desarrolladores y anunciaron un dispositivo que seguramente sea el sueño de muchos. El Galaxy S4 Google Edition lleva la filosofía de los Nexus al buque insignia de Samsung formando una combinación de lo más interesante.
No obstante, cabe preguntarse si podemos considerarlo un dispositivo ‘Nexus’ y también en qué medida es un ‘Galaxy’. Está claro que esta edición especial no es del todo igual que los otros Nexus por un factor elemental. Los otros gatgets de Google no tienen botones físicos, sino que están integrados en la pantalla de forma “fija”, con lo cual se produce una ruptura con las líneas generales de la gama, que debe notarse, por ejemplo en el acceso rápido a Google Now.
Tampoco estamos seguros de que las actualizaciones vayan a ser tan rápidas como en los otros dispositivos con stock Android. Es una cuestión a la que Google no hizo mención en el I/O
Los cambios en relación al Galaxy S4 convencional son mucho más evidentes. La ‘skin’ TouchWiz desaparece, así como todas las aplicaciones en las que Samsung ha trabajado durante este tiempo para incorporar a su dispositivo estrella y que, en opinión de muchos, podría incluso lastrar su funcionamiento.
Lo que está claro es que Google rompió una lanza en favor de un sistema Android más homogéneo. Primero, no presentando una nueva versión del sistema operativo, sino aplicaciones y servicios concretos que podrán disfrutar incluso los usuarios con los dispositivos más antiguos. Segundo, abriendo la puerta a que los fabricantes empiecen a ofrecer alternativas convergentes, además de su propia personalización, ¿Os imagináis un Xperia Z o un HTC One Google Edition? quizá no sea algo muy descabellado en el futuro.
Por el momento, y a pesar de que no pudimos conocer la nueva Nexus 7, la verdad es que estamos encantados con lo que nos deparó el i/O en el apartado del hardware. Esta experiencia Nexus en un dispositivo no Nexus puede ser inspiradora para los fabricantes y si el producto funciona, estamos seguros de que animará a muchos a no redundar únicamente en la fragmentación, o al menos a seguir unas líneas más conciliadoras con los patrones de Google.
Esto ilustra el gran problema de la plataforma Android. No hay un Android, sino tantos como fabricantes, y cada fabricante la cambia, actualiza, etc. cuando y como le dá la gana. De ahí las ventajas de lo que, en mi modesta opnión, es una plataforma con un control central que evita el desmadre, como son iOS o WP8.