Los desarrolladores trabajan de manera muy intensas por sacar una versión de sus aplicaciones para iOS, de hecho, en bastantes casos eligen la plataforma de los de Cupertino para sacar la primera versión de su app o juego y luego, si funciona, dan el segundo paso hacia Android. La oportunidad de sacar una creación a un plataforma con cientos de millones de usuarios es potentísima para las aspiraciones comerciales de un desarrollador, es decir, las aplicaciones para iPad tienen el público más grande.
Parece que esta lógica es inquebrantable pero a la larga podría ser negativa para la compañía americana por una circunstancia adicional que hay que destacar: en iOS es imposible poner aplicaciones de terceros como aplicación predeterminada para funciones básicas.
El caso más ilustrativo es el de Google Maps. En efecto, los usuarios de iPad ya pueden ver mapas de Google en sus pantallas, pero cuando pinchan un enlace de una localización o cuando alguna aplicación necesita geolocalización la obtiene de su nefasta aplicación.
En realidad, este ha sido el primer problema de este tipo, dado que hasta ahora las aplicaciones propias de la compañía eran lo suficientemente buenas como para que ningún usuario pensara en ningún cambio. Sin embargo, la situación ha cambiado y Google ofrece mejores aplicaciones para cuestiones básicas que las nativas de Apple (pienso en YouTube, Gmail, Drive, Chrome, etc…) y lo que es más hay desarrolladores independientes haciendo aplicaciones imprescindibles pero que también están en Android, en Windows RT o incluso en PlayBook OS 2.1.
De esta forma, la sensación de entorno controlado y exclusivo de iOS se diluye y abre la posibilidad a sus competidores al poder ofrecer las mismas funciones, a mejor precio e integradas como funciones predeterminadas.
Fuente: Gizmodo
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