LG ha presentado su nuevo teléfono resistente al agua, el Optimus GJ. Tal cual se rumoreaba el dispositivo ha llegado ayer mismo en una presentación en el que se puso el terminal ha prueba siendo sumergido en el líquido elemento por azafatas en bikinis. Sí, amigos, los patrones de publicidad de los 90 siguen vivos para algunos.
El nuevo dispositivo sigue el protocolo de resistencia al agua IPX7 que le permite estar 30 minutos bajo el agua a un metro de profundidad. Ha recibido el nombre en clave de E975W, muy similar al de Optimus G, E975.
Sus especificaciones técnicas son casi idénticas al primer modelo de la gama, si bien su aspecto es ligeramente más grande y grueso con unas dimensiones de 136,9 x 68,9 x 9,9 mm de éste por los 131,9 x 68,9 x 8,5 mm del otro. El rugerizado debe ser la razón.
Tiene un pantalla de 4,7 pulgadas HD (1280 x 720 píxeles) con panel IPS. Su procesador es un Snapdragon S4 Pro APQ8064 de cuatro núcleos de Krait a 1,5 GHz, acompañados de 2 GB de RAM para hacerse mover a Android 4.1.2 Jelly Bean. Tiene 16 GB de almacenamiento interno, la mitad que el original, eso sí ampliable por tarjeta microSD hasta 64 GB. Contará con Bluetooth 4.0, además de la conectividad segura por WiFi y redes móviles. Su cámara trasera será también de 13 MPX. En cuanto a autonomía, contará con una batería de 2.280 mAh.
El LG Optimus GJ se empezará a vender en Taiwán en junio por 17.900 TWD (nuevos dólares de Taiwán) que equivalen a unos 470 euros, según ePrice. Tendrá dos variantes de colores: negro y rojo.
De este modo la compañía coreana sigue la tendencia iniciada por el Xperia Z, resistente también a polvo y golpes, de proteger mejor los terminales de alta gama. Algo que sin duda los consumidores valoran después de hacer una inversión notable. Samsung también ha seguido esa tendencia con el más que seguro Galaxy S4 Active, una versión rugerizada y naranja de su buque insignia.