Cuando compramos una tablet nos podemos guiar por varios aspectos. Podemos elegir fiarnos de la marca como referencia de calidad, pero no olvidemos que hay tablets de todas las categorías. Esto nos lleva al precio, no siempre más caro significa mejor y muchas veces, a igual precio, encontramos productos de calidades muy distintas. Sin duda, lo más fiable es mirar las especificaciones técnicas del producto, los cuales no siempre encontramos al detalle en el punto de venta y sobre las que conviene investigar un poquito antes por Internet.
Sin más, vamos a explicar en qué hay que fijarse en cada componente.
Contenido
Pantalla
Tamaño y aspecto
El tamaño de pantalla de la tablet es el que la incluye en una categoría. Lo que se indica es cuánto mide la dimensión diagonal de esta pantalla, es decir, desde una esquina hasta su opuesta. Utilizamos esta medida anglosajona por tendencia.
De forma general, tenemos 7, 8 y 10 pulgadas aunque hay ejemplos más grandes y tamaños intermedios.
A la vez, aunque casi todas las pantallas siguen un mismo estándar, hay diferentes relaciones de aspecto. Esto quiere decir, la relación entre el ancho y largo de la pantalla. Se mide por proporciones.
El más habitual es el 16:9, estándar que se utiliza en los vídeos de alta definición y que encontramos ya en muchas pantallas planas, la mayoría de ordenadores de última generación y también en smartphones.
Apple utiliza 4:3, un estándar que proviene de los ordenadores de sobremesa antiguos y que al tener más altura funciona muy bien cuando tenemos la tablet de forma vertical o en posición retrato, especialmente para navegar por la web y leer prensa.
16:10 este estándar es el que tienen la mayoría de portátiles y monitores de PC. Lo encontramos en algunas tablets Windows, aunque sin duda es el más escaso.
La elección entre estos es una cuestión de gustos.
Resolución
La resolución de pantalla es una de las especificaciones que más se usan de cara al marketing. Apple fue pionera en esto con la idea del estándar Retina. El resto de marcas han ido evolucionando desde estándares anteriores al HD – High Definition– o alta definición hasta el 2K y 3K. Cada uno de estos estándares se define por un número de píxeles en el plano vertical, aunque también se suele especificar el plano horizontal correspondiente según el formato de vídeo panorámico, que es lo mismo que la relación de aspecto de 16:9. Así tenemos varios denominaciones.
HD: 1280 x 720 píxeles
Full HD: 1920 x 1080 píxeles
Ultra HD: empieza en 2048 x 1536 píxeles, pero también vemos pantallas de 2560 x 1560 píxeles.
En el siguiente gráfico de Wikipedia podéis ver las distintas denominaciones según el número de píxeles y la relación de aspecto, que no siempre es 16:9.
Densidad de píxeles
Este parámetro se suele indicar con un número seguido de ppi, que quiere decir píxeles por pulgadas. Es una relación entre el tamaño de pantalla en su dimensión diagonal y su resolución. Hay una norma básica, cuanto más grande sea la pantalla más resolución necesitamos. La experiencia nos dice que con más de 200 ppi estaremos ya bastante a gusto. Si estamos cerca o por encima de 300 ppi, será brutal. Aquí tenéis una herramienta para calcular este índice.
Paneles
La pantalla se compone de un panel táctil y otro que aporta la imagen.
Con el panel táctil debemos fijarnos en cuántos puntos de contacto puede manejar. Habitualmente lo identificamos con la palabra Multitouch y debemos buscar preferiblemente los 10 puntos, por encima de otros estándares como 5 puntos. Cuanto más puntos tenga, su control será más fluido y fiel.
Luego tenemos el panel de imagen o display. Podríamos entrar en mil detalles sobre esto, pero sin atendemos a la información que nos dan en las especificaciones hay dos cosas importantes. Que sea de LED, esto significa que gastará menos batería, y que tenga un ángulo de visión amplio. Esto último quiere decir que podremos ver la pantalla desde diferentes posiciones y no sólo desde una posición frontal y en perpendicular. Esto es importante cuando miramos a la tablet con una persona a nuestro lado, para ver películas en grupo o cuando manejamos la tablet en movimiento.
Hay varias tecnologías disponibles, siendo la más famosa la de los paneles IPS, Super IPS o Super IPS+ que ofrecen 178 grados de ángulo de visión. Ante la duda, lo mejor es probar la tablet y ver cómo seguimos viendo los colores y la definición si la movemos, inclinamos, etc…
Cristales protectores
Algunas marcas incluyen un cristal protector final para proteger el sensible material de los paneles táctiles. La marca más famosa es Corning con sus respetados Gorilla Glass, que ya van por la tercera generación. No está demás comprobar si la pantalla lo incorpora.
Procesador
El procesador de una tablet es su motor y de él dependerá en buena medida el rendimiento del equipo.
Las tablets suelen llevar dos tipos de procesadores: uno de datos, CPU, y otro gráfico, GPU. Estos se juntan habitualmente en un chip o SoC – System on Chip– que los engloba. Sin embargo, lo normal es que sólo te hablen de la CPU.
Te indicarán el número de núcleos y te dirán la frecuencia a la que giran, expresada en GHz (gigahercios). Por norma general, cuanto más mejor en ambos aspectos. Sin embargo, el tipo de núcleo también afecta al rendimiento, habiendo núcleos más propicios para el ahorro energético y otros para el rendimiento. Esto es algo que debes investigar y verás que cada fabricante utiliza una nomenclatura propia.
Luego también afecta la arquitectura, pero este es un tema muy complicado para entrar en detalle.
Para tener una referencia clara, diríamos que lo mínimo exigible es un procesador de doble núcleo a 1 GHz.
Memoria RAM
RAM significa Random Access Memory o memoria de acceso aleatorio. Está íntimamente ligada al procesador para todas las operaciones. Juntos trabajan como un cerebro. Con el procesador pensamos mientras que la RAM es la memoria de corto alcance donde guardamos la información que necesitamos tener de forma inmediata para hacer esas operaciones. De nuevo, cuanta más tengamos podremos hacer operaciones más pesadas o mayor número de operaciones a la vez, algo fundamental para los dispositivos móviles, que siempre hacen más de una tarea a la vez.
El mínimo exigible en Android es 1 GB de RAM y el máximo actual son 3 GB, aunque pronto se podría llegar a 4 GB. En iOS utilizan 1 GB de RAM en la mayoría de sus equipos, aunque no deberíamos preocuparnos demasiado por el buen balance de estos dispositivos. En Windows se utiliza un mínimo de 2 GB de RAM, que está muy bien, y se puede llegar hasta 8 GB en los modelos más avanzados con procesadores superpotentes.
Memoria ROM o almacenamiento interno
Esta es la memoria a largo plazo, es decir, donde guardaremos todos nuestros datos y las aplicaciones que instalemos en nuestro equipo. De nuevo, cuanto más mejor, aunque también debemos saber que mediante una buena gestión de la memoria se necesita menos.
Se mide también en GB y el mínimo recomendable sería 16 GB en iPad y Android. En Windows la oferta mínima es 32 GB.
Aunque no se suele indicar, hay varios tipos de memoria con distintas velocidades. Si compramos una tablet Windows, veremos que los equipos más punteros indican que es de tipo SSD. Ésta es la más rápida del mercado por encima del tradicional disco duro HDD.
Tarjeta SD y almacenamiento externo
Ranura SD
Amplia la memoria del dispositivo de forma externa mediante una tarjeta que es extraíble, por lo tanto, en ella no podremos instalar nada más que datos no esenciales para el funcionamiento de la tablet. Lo normal es que la ranura tenga capacidad para 32 GB adicionales aunque las hay de 64 GB e incluso de 128 GB.
Nube o Cloud
Hay muchos servicios de almacenamiento en nube que pueden solucionarnos la papeleta si tenemos un gran volumen de datos. Para acceder a ellos necesitaremos acceso a internet. Hay que valorar cuál es nuestra capacidad de acceso a la red, es decir, si tenemos un plan de datos bueno, dónde utilizaremos la tablet, etc… También es importante el sistema operativo que elijamos, dado que la calidad de las aplicaciones de los servicios varía en Android, iOS y Windows. Esto es importante conocerlo de antemano.
USB OTG
Si la tablet cuenta con un puerto USB OTG o micro USB OTG, significa que podemos conectar almacenamiento externos como discos duros o pen drive. Esto es muy común en las tablets Windows y en algunas híbridas Android, esas a las que podemos conectar un teclado o estación.
Cámaras
Este es un campo muy escurridizo. La tecnología para la fotografía es muy compleja y, además, como en todo, hay gustos. Por norma general, las cámaras que encontramos en tablets son malas por una mala óptica.
En las especificaciones nos suelen indicar el número de megapíxeles que tiene el sensor de la cámara. En principio, cuantos más mejor, pero esto no es del todo determinante. Hay otras variables que ayudan. En primer lugar, el autoenfoque –autofocus-, fundamental para obtener fotos más definidas. También tenemos la tecnología de estabilización de imágenes, que puede ser digital o, mejor, óptica– OIS-. Por supuesto, para la iluminación artificial es imprescindible contar con Flash de LED.
Este es un apartado que si os interesa deberéis estudiarlo en mayor profundidad.
Conectividad
WiFi
Las antenas WiFi tienen distintas calidades. Hay dos cosas que podemos mirar. En primer lugar, si son de doble banda. Lo reconoceremos si dice Dual Band Antenna o si indica que funciona por bandas a 2,4 y 5 GHz. Esto hace que la conexión sea más estable y potencialmente más veloz. Otra cosa que podéis mirar es el tipo de protocolo que usa. Si no dice nada, será el tradicional IEE 802.11b o el más reciente IEE 802.11n , pero algunos dispositivos de última generación están incorporando el IEE 802.11 ac, que reconocemos como WiFi ac y que nos permite una subida y bajada de datos más veloz.
El soporte a protocolos como WiFi Direct nos permite conectar dispositivos en una red local que genera el propio dispositivo. Esto es útil para conectar algunas tablets a televisiones inteligentes o Smart TV, entre otros aparatos.
Redes móviles
Esto es igual que en los móviles. Hay un tipo de bandas que permiten conectividad a velocidad 3G, siendo la más rápida HSPA+, y las que permiten por velocidad 4G, siendo la más rápida LTE-A, que no tenemos en España.
Conectividad con otros dispositivos
Hay varios tipos de puertos que está bien saber reconocer:
Micro HDMI: es fundamental para conectar a pantallas más grandes y poder disfrutar de los contenidos en otro tamaño.
Micro USB: es el estándar universal para transferencia de datos y carga de energía. Nos permite conectar otros equipos a nuestra tablet. Si es de tipo OTG, podremos conectar memorias externas. Apple no lo utiliza y prefiere sus conectores Lightning, algo que nos puede obligar a comprar adaptadores.
Bluetooth: está presente en casi todas las tablets y permite conectar accesorios e intercambiar datos con dispositivos cercanos. Su versión más avanzada es 4.0 y, deberíamos exigir 3.0 al menos.
NFC: es un sistema de comunicación por proximidad que se lleva queriendo introducir hace bastante tiempo. No es vital, dado que no hay demasiados accesorios que lo utilicen, aunque facilita la vida en algunos casos.
Batería
Autonomía
Lo que buscamos es que el equipo tenga bastante autonomía. Esto es el tiempo que podemos utilizarlo sin necesidad de cargarlo. Lo ideal son 8 horas o más de uso normal continuo. Esto quiere decir que si solo la utilizamos durante un ratito al día nos puede durar 2 días seguidos.
La capacidad de la batería se mide en miliamperios –mAh-. Cuanto más grande sea la tablet más batería necesitará, por el gasto que hace su pantalla. En 7 pulgadas a partir de 3.500 mAh estamos bien. En 10 pulgadas necesitamos al menos 8.000 mAh. Aún así, conviene mirar lo que indica el fabricante.
Carga inalámbrica
Hay dispositivos que pueden cargar su batería de forma inalámbrica. Se hace mediante una estación o podio conectado a la red sobre el que posamos la tablet y que emite un campo magnético cuya energía es capaz de captar nuestra batería. El estándar más extendido es Qi. No te preocupes, en caso de contar con ello es muy normal que lo dejen bien claro.
Conclusiones y consejos para compra de tablets
Esperamos haberte acercado un poco más a algunos de los conceptos que vemos en las especificaciones técnicas de tablets tanto en tiendas como en sus cajas de embalaje. Hace un tiempo escribimos un listado de consejos previos a la compra de una tablet que usan algunas de las ideas aquí mostradas pero desde una perspectiva más práctica y de a pie de tienda.
También os proporcionamos un test para saber cuál es el sistema operativo que más se ajusta a tus necesidades: iOS, Android y Windows. Por añadido, si estás pensando en un modelo concreto por alguna razón, puedes ir a nuestra sección de análisis y ver si lo hemos probado a fondo. Por último, si dudas entre dos tablets concretas, visitas nuestra sección de comparativas y busca la que te conviene.
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