Una feliz consecuencia del litigio judicial entre Samsung y Apple ha sido la aparición pública de estos bocetos que Steve Jobs ya manejaba en el año 2002, bastante tiempo antes incluso de que el iPhone saliera a la venta, y con ocho años de antelación al primer modelo de iPad que empezó a comercializarse en 2010. Las ilustraciones nos permiten llevar a cabo un ejercicio de retrospectiva para tener cierta noción de cómo Jobs empezaba a imaginar un futuro hoy muy presente en el mundo de la informática.
En el año 2000 Microsoft lanzaba su Tablet PC, se trataba de una adaptación de su sistema operativo Windows XP especialmente diseñado para correr en un aparato tipo Slate de pantalla táctil. Tenía un sistema de reconocimiento de voz bastante avanzado y funcionaba con un lápiz. Presentaba un primera versión de la tinta electrónica que adaptaba el grosor de la línea a la presión que se hacía al escribir. Sin embargo este modelo tuvo dificultades para abrirse camino, no fue apenas publicitado y su precio inicial era muy alto. Aún así, como afirma Wikipedia, consiguió hacerse un hueco en hospitales y negocios móviles.
No obstante, a pesar del aparente corto alcance del aparato, parece que dejó un importante legado, pues le sirvió de inspiración a Steve Jobs a la hora de empezar a concebir su iPad. El fundador de Apple, que consideraba que el aparato de Microsoft era “nefasto”, supo ver más allá del primer concepto, por el que la compañía de Bill Gates no llegó a apostar nunca en serio, e imaginó un diseño bastante más atractivo, el cual acabó dando lugar al primer iPhone y un poco más tarde a iPad.
En las imágenes se aprecian realmente pocos cambios en relación al iPad actual: líneas suaves, bordes curvados y diseño minimalista. Éstos parecían ser conceptos que obsesionaban a Jobs, así como el grosor del dispositivo que modelo tras modelo vemos como va decreciendo, sin que llegue nunca a quedar claro del todo cuáles son los verdaderos límites físicos de las tecnologías informáticas.