Los nuevos formatos se han impuesto con fuerza en el día a día de cientos de millones de personas. Ya sea a través de sus smartphones, o con la inclusión de soportes como las tablets en diversos campos como la sanidad o la educación, lo cierto es que, dejando de lado cifras de ventas, resultados económicos o ránkings de marcas, los dispositivos portátiles han transformado muchos campos y han acabado con barreras existentes hasta hace pocos años como la geografía, la edad o el nivel educativo. Pero, ¿Hasta dónde llega el impacto positivo de la digitalización en tantos ámbitos de la vida cotidiana?
A la hora de hablar de los riesgos a los que los usuarios se exponen al manejar sus terminales, mencionamos peligros como los virus y los elementos maliciosos creados por hackers. Sin embargo, existen otros elementos que pueden resultar muy perjudiciales en colectivos concretos. Hoy os contaremos más sobre la relación de los más pequeños con unas plataformas en las que ya son auténticos expertos y que está llena de aspectos positivos, pero también, de algunas sombras a las que fabricantes, padres y otros actores del sector deben hacer frente para garantizar la mayor protección posible de los menores.
Nativos digitales
Aunque se considere que las personas nacidas a partir de los años 80 son los que han incluido en sus vidas con más fuerza los ordenadores, y poco después, las tablets y los smartphones, la realidad nos muestra cambios importantes en los hábitos de uso de electrónica de consumo de los nacidos a finales del siglo XX y los de las década de los 2000 hasta ahora. Las redes sociales se han convertido en uno de los pilares del cambio, sin embargo, aún quedan algunos aspectos importantes en materia de privacidad y en los que los niños y adolescentes, son los principales objetivos.
Los aspectos positivos
Actualmente, hay diversas corrientes que están a favor y en contra de la digitalización y un uso temprano de tablets y smartphones entre los más pequeños tanto en el entorno familiar, como en otros espacios como las aulas. Entre las razones que pediatras y educadores de todo el mundo utilizan para hablar de la inclusión de estos dispositivos como algo beneficioso, encontramos una mayor capacidad de interacción de los menores con los terminales y el entorno, la posibilidad de acceder a información y contenidos de todo el mundo de manera instantánea y la preparación para saber adaptarse a un entorno más cambiante en el que la tecnología tiene un peso fundamental. Por último, destacan el componente autodidacta, ya que ahora, los más pequeños son capaces de aprender de manera autónoma a utilizar estos terminales.
Lo más negativo
Sin embargo, todos estos beneficios, también tienen sus perjuicios. Según un informe publicado por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2016, la regulación es un elemento clave para evitar comportamientos y situaciones negativas en los menores. La existencia de contenidos explícitos de todo tipo en Internet, así como una falta de conocimiento sobre todos los elementos que podemos encontrar en redes sociales o portales como YouTube, hacen que sea necesaria la participación de todos los actores del sector mediante la creación de filtros y herramientas de todo tipo para garantizar un uso seguro.
Por otro lado, existe otra corriente que habla acerca de los problemas físicos y psicológicos derivados de una mayor exposición a los nuevos formatos como por ejemplo, una mayor incidencia de trastornos visuales como la miopía debido a que los más pequeños pasan varias horas al día frente a las pantallas de tablets y smartphones, o también, la aparición de cuadros de ansiedad entre los menores cuando se les retira los dispositivos.
Memoria y concentración
Otro de los puntos más criticados, es el hecho de que el acceso a todo tipo de información y contenidos con solo pulsar sobre las pantallas, produce un fenómeno en el que la capacidad de retener conceptos se reduce. Por otro lado, se produce un aprendizaje más superficial de varias ramas del conocimiento en las que no se adquiere una mayor destreza en un campo concreto. Los adolescentes serían los principales perjudicados en todo esto, ya que el permanecer durante más horas al día frente a los terminales, incluso por las noches, alteraría los ciclos de sueño e influiría en el padecimiento de algunos trastornos relacionados tal y como recoge un artículo de la revista Nature.
Como todas las herramientas que han aparecido a lo largo de la historia dirigidas a mejorar la calidad de vida de la sociedad en general, la digitalización también tiene sus aspectos positivos al igual que otros negativos. ¿Creéis que ante la rápida consolidación de estos formatos en múltiples campos hace necesaria una mayor regulación de los mismos y la acción conjunta de todos los sectores implicados en garantizar una experiencia realmente beneficiosa y dirigida a la ciudadanía? ¿Pensáis que el uso de tablets y smartphones en todos los colectivos de edad tiene más beneficios que elementos perjudiciales? A continuación os mostramos una lista de dispositivos ideados para niños que pueden ser la punta de lanza de una nueva generación de terminales en los que la protección del público es fundamental.