Aunque no sabemos fecha exacta aún, no hay dudas de que antes de la primavera conoceremos al fin al sucesor del Galaxy S4, por lo que no es de extrañar que los primeros informes de los analistas con sus estimaciones de las especificaciones técnicas que podemos esperar ver en el Galaxy S5 empiecen a ver la luz y, en línea con lo que adelantaban algunas filtraciones, parece que ellos también apuestas por el lanzamiento de un modelo premium y otro estándar.
Las primeras noticias de que el Galaxy S5 podría comercializarse en dos versiones (que no se limitarían a montar dos procesadores diferentes, como vimos en el Galaxy S4), llegaron a finales de noviembre, pero desde entonces, otras filtraciones han vuelto a insistir en ello y, ahora también lo hacen los analistas, si bien hay discrepancias importantes sobre las características de cada modelo.
El modelo premium tendría pantalla QHD, pero ninguno contaría con procesador de 64 bits
Una de las características que dábamos por seguras en el Galaxy S5 era el procesador de 64 bits y, a pesar de que incluso desde ARM se confirmaba que se estaba trabajando en ello, cada vez parece menos claro que vaya a convertirse en una realidad. Por lo menos eso es lo que opinan en KGI, que apuestan porque la única diferencia entre el procesador del modelo premium y el del modelo estándar sería el número de núcleos (ocho o cuatro).
Otra diferencia importante la encontraríamos en la pantalla de cada uno de los modelos, ya que sólo la de la versión premium sería QHD (otra de las características que menos se ponía en duda), mientras que la de la versión estándar continuará siendo FHD. En KGI también descartan que, tal y como se había filtrado en varias ocasiones, Samsung prescinda de las pantallas AMOLED, que estarían presentes en las dos variantes.
Tampoco habría carcasa metálica, ni cámara de 20 MP, pero sí lector de huellas digitales
La predicción de KGI es también bastante pesimista respecto a otras posibles características que habían despertado bastante expectación, como la posibilidad de que Samsung incorporara una cámara de 20 MP o que, el modelo premium al menos, sustituyera el plástico por el aluminio. Según el informe de estos analistas, la realidad sería un poco menos excitante, con plástico en todos los modelos, aunque eso sí, al menos habría una mejora sustancial respecto a la cámara de la anterior generación, con 16 MP.
La posibilidad de que el Galaxy S5 se desmarcara de los competidores con un escáner de iris (algo que, de hecho, los ejecutivos de Samsung ya advirtieron que era sólo una opción que se estaba estudiando, nada más) tampoco encuentra apoyo en estas previsiones que, no obstante, si respaldan la incorporación de un lector de huellas digitales que le pusiera en este aspecto a la altura del iPhone 5S.